La alerta roja por contaminación ambiental en Beijing concluyó este mediodía con cielo azul y buena calidad del aire, aunque los pronósticos meteorológicos sugieren nuevas alertas por polución a partir del fin de semana.

Las autoridades chinas emitieron a principios de semana la primera alerta roja por contaminación ambiental desde que en octubre de 2013 se introdujera un sistema de cuatro alertas para controlar los elevados niveles de polución que sufre el país desde hace varios años.

La alerta roja, que se relaciona con cantidades de partículas de 2.5 micras superiores a 200 microgramos por metro cúbico durante más de tres días seguidos, se aplicó en Beijing desde las 07:00 horas del martes hasta el mediodía de este jueves.

Entre las medidas de control estipuladas en este caso está la suspensión de clases en centros de enseñanza infantil, primaria y secundaria, así como la limitación de vehículos, actividades de construcción y producción en fábricas de la periferia industrial.

Las autoridades municipales, asimismo, pusieron en marcha un sistema de información y control para advertir a la población sobre el riesgo de salir al exterior sin máscara de protección y garantizar el cumplimiento de estas medidas.

Aunque no se vivieron escenas de pánico porque los habitantes de la capital china están acostumbrados a índices de contaminación ambiental por encima del nivel que la Organización Mundial de la Salud considera aceptable, sí se pudo observar una mayor preocupación ciudadana.

“Estoy en el exterior la mayor parte del tiempo por motivos de trabajo, así que me preocupa mucho el riesgo de cáncer si sigo respirando este aire durante mucho tiempo”, comentó en un diario local la trabajadora Zhang Jingtie, dedicada a la venta de seguros y purificadores de agua.

El martes y el miércoles, el índice de contaminación fluctuó entre los 250 y los 350 microgramos de PM2.5 por metro cúbico (las partículas en suspensión de menos de 2.5 micras), mientras que el jueves llegó a bajar a 25 debido al viento que sopló de madrugada en la capital.

Los meteorólogos, sin embargo, advirtieron que el fin de semana volverán a subir los niveles de contaminación en el aire por la falta de vientos.

La intensa contaminación ambiental que sufren Beijing y otras ciudades chinas, principalmente en el norte del país, está relacionada con la masiva combustión de carbón durante los meses de invierno, cuando las temperaturas bajan de cero y resulta necesario alimentar los sistemas de calefacción central instalados en la mayoría de los edificios.

Este fenómeno, sin embargo, no es exclusivamente invernal y se registra en todos los meses del año.

Aunque la población china está tomando consciencia de los peligros asociados a la contaminación del aire, todavía hay mucha gente sin acceso a purificadores de aire en sus hogares o máscaras efectivas.

La población extranjera, junto a la incipiente clase media china, es la que más alarmada se muestra ante la mala calidad del aire.

En conversación con Notimex, varios estudiantes españoles y latinoamericanos en Beijing expresaron el malestar físico y emocional que provocan los elevados índices de contaminación.

“Claro que te afecta en tu vida diaria. Pasamos más tiempo en casa, te da miedo salir porque no sabes hasta qué punto te afecta la contaminación del aire. Lo que más miedo da es lo que no ves, lo que no sientes”, comentó el español Edgar Álvarez-Noreña, que estudia chino en la Universidad Normal de Beijing.

La emisión de la alerta roja por contaminación ambiental en la capital china no sólo ha sentado un precedente en la aplicación del sistema de alertas, sino que también ha incrementado la concientización pública sobre el problema.

En el último mes, las búsquedas de máscaras y purificadores de aire en los populares portales de comercio electrónico de Alibaba aumentaron un 150 por ciento y un 56 por ciento, respectivamente, y muchos vendedores se quedaron sin existencias ante la masiva demanda de estos productos.

“Normalmente vendemos entre 20 y 30 purificadores de aire al mes, pero esta semana hemos despachado más de 80”, señaló la propietaria de una tienda en Taobao.

En la decisión de las autoridades chinas, sin embargo, también se ha visto cierto sentido oportunista, teniendo en cuenta que se está celebrando la Cumbre del Clima en París y que la semana pasada se criticó que sólo emitiera una alerta naranja cuando los índices de contaminación superaron el umbral de 500.

Bernhard Schwartlander, representante de la Organización Mundial de la Salud en China, aplaudió la emisión de la alerta roja porque supone un reconocimiento del problema, pero exigió una mayor claridad respecto a los riesgos que supone para la salud.

“A corto plazo, los altos niveles de polución ambiental pueden causar problemas respiratorios y ataques de asma”, expuso.

“A largo plazo, la contaminación del aire puede provocar enfermedades coronarias, cáncer y problemas respiratorios crónicos”, añadió.

Tras la decisión de las autoridades de la capital, otras ciudades de la circundante provincia de Hebei, donde se concentra la producción de acero del país, emitieron alertas naranjas por contaminación ambiental durante estos días.

Siete de las diez ciudades chinas con mayor contaminación ambiental se localizan en la provincia de Hebei, según se indica en un informe sobre la calidad del aire en 74 grandes ciudades del país que publicó en octubre el Ministerio de Protección Medioambiental de China.

(Notimex)