Para promover su más reciente álbum, “Purpose”, se usó una estrategia de pintar grafitis en calles de esa ciudad, algo que no fue bien visto

El cantante canadiense Justin Bieber se encuentra en problemas con la ciudad de San Francisco.

Para promover su más reciente álbum, “Purpose”, se usó una estrategia de pintar grafitis en calles de esa ciudad, algo que no fue bien visto.

Dennis Herrera, un fiscal de San Francisco, expresó que la campaña “explota ilegalmente” calles de la ciudad y “puede ser peligrosa por causar distracciones al volante”.

Las imágenes también han aparecido en calles de otras ciudades estadounidenses como Seattle, Atlante y Nueva York, e incluso en Europa.

Según Herrera, la sanción es de 2 mil 700 euros por cada grafiti, además de gastos de limpieza.