La anorexia es un trastorno difícil y recuperarse de esta enfermedad se convierte en una lucha constante no sólo por parte del enfermo sino también de toda la familia.

México.- El término pregorexia se acuñó en 2008, tras un documental hecho en el 2004 “El pequeño golpe perfecto”. En él se daban detalles de la vida de las mujeres impacientes por alcanzar el cuerpo “perfecto” del embarazo.

Suena fuerte, suena complicado y suena diferente. Estamos acostumbrados a pensar en el embarazo como una bendición, que quien está esperando un bebé debe estar al pendiente de su salud y hacer todo para estar bien, pensamos en que cualquier cosa que no sea así es culpa de la mujer.

La anorexia es un trastorno difícil y recuperarse de esta enfermedad se convierte en una lucha constante no sólo por parte del enfermo sino también de toda la familia.

El término “pregorexia” se usa a nivel coloquial para denominar la anorexia durante el embarazo. Usualmente, las mujeres que la padecen ya sufrían anorexia antes de quedar embarazadas. Sin embargo, pueden desarrollarla por primera vez durante el embarazo, aquellas que se angustian cuando aumentan de peso, aunque nunca hayan tenido trastornos alimenticios, así lo informa Star Medica.

Hace unos años, saltó a la fama Holly Griffiths, una mujer que vive en Londres, Inglaterra. En ese momento tenía 21 años y estaba embarazada de casi nueve meses, pero sufría anorexia. Llegó a pesar sólo 51 kilos y se alimentaba con 800 calorías diarias, cuando, en su estado, debería ingerir más de 2 mil. Luchaba diariamente porque “las voces dentro de su cabeza” le permitieran comer lo que necesita para que su bebé creciera sano y poder llegar, ambos, bien al parto, así lo menciona el portal Baby Center.

Holly, como miles de mujeres en el mundo, sigue peleando contra esta enfermedad desde hace más de nueve años, y usa las redes sociales para poder contar su historia y ayudar a otras mujeres que estén pasando por lo mismo que ella.

Subió videos a YouTube en los que relata sus tormentos y cómo hace para salir adelante. Además, tiene un blog llamado “Two little dickie birds” en el cual posteó las dramáticas fotos de la evolución de su embarazo y responde las preguntas de otras futuras mamás con anorexia.

Holly dio a luz a un niño sano, pero su batalla contra la anorexia sigue, y no es la única en el mundo.

Estos son algunos de los síntomas de una mujer que sufre pregorexia:

  • Disminución en el consumo de alimentos
  • Conteo de las calorías que ingieren
  • Todo el día piensan en cómo reducir las calorías de su dieta
  • Rechazo de su apariencia física
  • Desinterés por su embarazo
  • Realizan ejercicio excesivo y compulsivo
  • Se encuentran obsesionadas por el aumento de peso
  • Se inducen el vómito
  • Presentan marcas en los nudillos de los dedos con los que se provocan el vómito
  • Usan fajas para disimular el crecimiento abdominal
  • Mantienen un peso bajo durante todo el embarazo

Según el portal El Mundo, el Instituto de Medicina de EU, recomienda que una mujer embarazada aumente de 25 a 35 libras (11.5 a 16 kg) si está en su peso ideal antes de concebir. Este aumento de peso se debe conseguir con base en una dieta balanceada y saludable. La recomendación cambia si pesas muy poco o tienes unos kilos de más al quedar embarazada.

Estas son algunas enfermedades que puede tenerse en estas condiciones:

En la mamá:

  • Desnutrición
  • Anemia
  • Falta de calcio en los huesos
  • Baja producción de leche materna
  • Alteraciones hormonales
  • Pérdida excesiva del cabello
  • Piel seca, agrietada y deshidratada.

En el bebé:

Si el desorden se presenta durante el segundo y tercer trimestre de gestación, las consecuencias pueden ser:

  • Disminución del líquido amniótico
  • Retraso del crecimiento intrauterino
  • Parálisis cerebral
  • Desnutrición
  • Problemas cardiovasculares y digestivos
  • Defectos del desarrollo de los huesos
  • Muerte fetal intrauterina

Los trastornos de la alimentación son más comunes de lo que se piensa en las mujeres de edad reproductiva. No estás sola, sólo necesitas ¡pedir ayuda!

(El Universal)