Por: María del Mar Boeta

Allá, en la antigua colonia García Ginerés, hay un rinconcito donde se gestan, crean y dan vida a grandes ideas.

Utilizamos la palabra “rinconcito” porque es un pequeño universo. A pesar de que aún tienen pocas velitas en su pastel de cumpleaños (poco más de un año) ha logrado transformaciones trascendentes gracias al trabajo de sus integrantes y de artistas, colectivos y activistas, entre muchos otros, que depositan su confianza en ellos y se unen a un proyecto en conjunto de aprendizaje y retroalimentación.

Su nombre: Ki’ki’t’aan Kfe. Los responsables de su existencia, Luis Dzib y Fernando Borges, el primero está por finalizar su Licenciatura en Gestión y Desarrollo Interculturales ( y antropólogo social de corazón, según confiesa ya que estudió un par de años la carrera) y el segundo Psicólogo con Maestría en Psicología Criminológica. Pero ambos comparten un objetivo en común por el que se esfuerzan día con día con el apoyo de muchas otras personas: promover acciones sociales, educativas y culturales orientadas al trabajo colaborativo con las juventudes con la finalidad de facilitar la integración comunitaria y social.

Una vez que pones un pie en Ki’ki’t’aan Kfe, te envuelve una sensación de tranquilidad, calidez y paz. Te sientes bien, así de fácil. Además, el anfitrión del lugar, ya conocido internacionalmente, es Gato, un rubio felino que pasea entre los visitantes tranquilamente. Quizá, si hablara, también podría dar su opinión.

solarmayaconversatorioFernando (35) y Luis (26) se conocieron cuando trabajaban para el Sistema de Seguridad Pública en el ramo de la prevención de la delincuencia en Progreso. Ahí, gracias a su labor, “fue nuestra primera experiencia práctica trabajando de manera colaborativa con jóvenes”, cuenta Luis.

“A mí siempre me ha gustado la literatura y buscaba una forma de combinar mis intereses y pensé ¿por qué no un café? En noviembre de 2014 inauguramos la cafetería como tal con la presentación del grupo Lengua Muerta. Luego hicimos otro evento llamado Posada Bohemia con artistas de trova y poco a poco me fui involucrando cada vez más en la parte cultural que en la cafetería”, detalla Fernando.

“Por mi profesión no tenía mucha experiencia de cómo llevar al cabo esto así que decidí llamar a Luis, por su preparación y porque compartíamos metas en común. A partir de que ingresa, en diciembre de 2014, esto arranca y fue como una explosión. “Empecemos a trabajar la idea y nos dimos cuenta del gran potencial que podríamos construir”, añade Luis.

Así, poco a poco se han acercado jóvenes con propuestas artísticas buscando un espacio para exponer sus proyectos. “Somos los adultos que les decimos: ‘hay este espacio, hay estas reglas y todas las ideas son bienvenidas. ¿Cómo lo podemos hacer? Nos podemos poner de acuerdo”.

Entre los muros de Ki’ki’t’aan Kfe ya han estado stickeros, graffiteros, talleres de letras, asociaciones civiles para capacitación, festivales de cine, luchadores de la Triple A, el Colectivo Na’lu’’m, skaters, activistas como la guatemalteca Rebeca Lane, conversatorios sobre la semilla maya, proyectos de serigrafía… “Al empezar a construir a manera de la praxis lo que es el Centro Cultural Ki’ki’t’aan Kfe nos damos cuenta que lo mejor era dividir en dos grandes caminos: la cafetería y el espacio de usos múltiples”, explica Lui.

kikitan1“Las cosas que se generan acá nos tienen que llenar, tanto a nosotros como a quienes participan en ellos. Cada vez que alguien nos llama y nos presenta un proyecto, establecemos las reglas y a partir de eso, todo fluye, hacemos corresponsables a los chicos. Por ejemplo, si uno de los equipos se descompone, no les decimos ‘¡págalo!” sino vamos a buscar formas creativas de resolverlo. De hecho, muchos de los colectivos que han pasado por acá han sido escuela para nosotros”, agrega.

“Tratamos de que sea un foro abierto. No importa la edad que tengas, si tú quieres hacer algo con nosotros sólo tienes que acercarte, aunque sí se ha dado un enfoque especial en jóvenes de secundaria y preparatoria porque uno de nuestros colaboradores, Raziel Borges, es una persona muy querida en su grupo y muchos de sus compañeros que tienen una banda o desean hacer algo, buscan un lugar donde presentarse”, explica Fernando.

“Vamos por el diálogo abierto, respetuoso y reconocer las capacidades creativas de los jóvenes pero de igual forma es importante hacer diálogos intergeneracionales. Por eso nos gusta invitar a los vecinos a que conozcan las exposiciones y vean lo que hacemos”, cuentan.

“Hacemos a las personas que participen en los costos de los procesos para que valores las implicaciones, el precio, que hay que pintar, chapear, es nuestro elemento integrador y hemos visto como el público que asiste a Ki’ki’t’aan Kfe reacciona, lo que ha hecho posible nuestra autogestión”, explican

camisasLectorMx pregunta: ¿Cómo definirían a Ki’ki’t’aan Kfe? “Tiene cualidades de espacio, de elemento comunitario pero aspira a ser un nodo cultural autogestivo, un lugar en el que la gente se apropia, comparte pero que repercuten en otras regiones, por eso tenemos dos línea: la parte educativa y democrática. Pervive hoy en día gracias a nuestro trabajo y el de otros ”.

La cafetería abre por períodos, pero en breve tendrá un horario fijo de jueves a domingo. “Sin perder la esencia de lo que hemos construido. Queremos que lo hagamos impacte de forma profunda”, afirman.

Si tienes algún proyecto o desear conocer más sobre Ki’ki’t’aan Kfe puedes buscarlos en Facebook como Ki’ki’t’aan Kfe, escribir a los emails dzib41@gmail.com o febo114@hotmail.com o llamar al celular 9993169065. Se encuentran en la calle 36 No. 242 –B x 29 y 31 Colonia García Ginerés.