Karim Benzema, Cristiano Ronaldo y Gareth Bale se hicieron presentes en el marcador ante los asturianos.

El nuevo Real Madrid de Zinedine Zidane aprovechó las penurias de un adversario en estado de depresión y la motivación extra que impulsó el cambio en su banquillo para prolongar su idilio, dar un paso más al frente y alimentar las cifras y el rendimiento de su terna atacante.

En plena euforia, el Real Madrid atravesó la primera jornada de la segunda vuelta con una nueva goleada. Otra tarde plácida para afianzar el trayecto por recorrer del técnico galo.

El choque se ventiló en los primeros minutos. A los ocho, un córner botado por el alemán Toni Kroos a la izquierda de Pichu Cuéllar fue rematado en el primer palo por el galés Gareth Bale. Dos después, un centro al área de Karim Benzema fue aprovechado, de media volea, por Cristiano Ronaldo. Y en el 12′, fue el atacante francés el que, de tijera, llevó a la red un pase de Cristiano.

El cuarto fue en el 18′, en una acción iniciada por Isco, que encontró a Carvajal por la derecha. Su centro al área lo finalizó el portugués, que elevó a 16 su cifra de goles.

Tras un período de tregua llegó el quinto, un poco antes del descanso. Una buena acción individual de Isco en la media luna transportó la pelota a Benzema, que solo ante la meta superó a Cuéllar.

Con el partido roto y Benzema ya sustituido, el Sporting encontró su premio en una gran jugada de Jony que finalizó Isma López, que llevó el balón a la red para dejar en evidencia a la zaga blanca. Fueron los mejores minutos del equipo asturiano, despojado de la presión y beneficiado por la relajación de los jugadores madridistas. Inservible para evitar su quinta derrota seguida y una situación preocupante.