Mérida, Yucatán.- Pocos saben que la antiquísima costumbre de una familia de sentarse en la calle, sobre todo en la época de calor, fue prohibida por la Policía Municipal de Mérida… hace 99 años.

Esta insólita orden fue emitida y publicada en el boletín policial el uno de junio de 1917 como Disposición Policial sobre el Vicio de Sentarse a las Puertas. Dicha publicación era el órgano de la Inspección General de Policía.

La vieja costumbre de sentarse en las calles, que es parte de la normalidad urbana y de la idiosincrasia de los yucatecos, fue calificada como “arraigado vicio” por la entonces Policía Municipal, ya que, explicó, interrumpen el tránsito público bajo el pretexto del calor.

La corporación explicó que dicha costumbre ha sido cortada también para evitar frecuentes accidentes, en los cuales siempre se lamentan desgracias personales, según se publicó en el órgano de difusión.

“Los turistas y comerciantes viajeros provenientes del exterior toman como un signo de curiosidad ese vicio de sentarse en las puertas a tomar el fresco. Los transeúntes quizás no lo tomen como muy simpático”, se indica en el texto.

“A principio esta costumbre fue de familias de alto rango colonial y poco a poco fue bajando de linaje hasta llegar a la modestia humilde del obrero que también fue adquiriendo la costumbre de salir a la puerta de su casa”.

“Sin embargo, el problema se tornó grave, ya que las familias llegaron a formar grandes reuniones en espacios abiertos a costa de ocupar varios metros del pavimento dedicado a los automóviles, por lo que en numerosas ocasiones se dieron casos de accidentes”, se indica.

“Para evitar que los veraneantes capitalinos y capitalistas inclusive, vecinos de esta noble y muy culta ciudad sean atropellados y lastimados en sus personas,

La Inspección de Policía dio la orden a todos los agentes del cuerpo evitar sean formadas reuniones familiares en la calle “que tan lejos nos lleva de nuestra civilización  y tan cerca nos pone de los vicios de la provincia”.

La medida, justificó la Policía Municipal de esta ciudad, es para prevenir accidentes y causar menos molestias a los transeúntes. Fuera de constituir un abuso de autoridad o atropello personal, es una prevención para accidentes y una molestia menos para los transeúntes, precisó.

Estas reuniones se explican fuera de la ciudad donde no transitan con mucha frecuencia los automóviles, carruajes, bicicletas, tranvías, etcétera, pero no en el mero centro es donde hay que evitarlas.

sentarse fuera

(Jesús Mejía)