Un estudio demuestra que el usuario medio de la red social solo recurriría a dos pares de amistades en caso de necesidad para superar una “crisis emocional”

La naturaleza y el alcance de la palabra “amigo” en redes sociales como Facebook ha generado debate desde los orígenes del entorno virtual. Un usario cualquiera, ¿puede considerar que todos sus vínculos son amistades de verdad? ¿Qué relación emocional mantiene con las personas con las que entabla algún tipo de enlace digital?

El profesor de Psicología Evolutiva de la Universidad de Oxford (Reino Unido) Robin Dunbar lleva tiempo formulándose estas preguntas y ahora ha llegado a una respuesta científica: por cada 150 contactos, los usuarios de medios 2.0 tienen realmente cuatro amigos. El punto de partida de este reputado investigador es claro: “Hay un límite cognitivo en el tamaño de las auténticas redes sociales que ni siquiera se puede superar a través de las ventajas asociadas a la comunicación en línea”.

De modo que, aunque alguien acumule 5.000 contactos en Facebook, su unión con la inmensa mayoría de ellos será forzosamente “insignificante”, según añade. A partir de esa premisa, el doctor Dunbar se ha centrado en dos informes elaborados en Gran Bretaña gracias a la intervención de 3.375 internautas con edades comprendidas entre los 18 y los 65 años.

Sus conclusiones, publicadas en la revista Royal Society Open Science, son categóricas: a pesar de que la media de “amigos” que tienen en Facebook los participantes en estos estudios es de aproximadamente 150 —la cifra es algo superior en las mujeres—, si les hiciese falta ayuda para superar una “crisis emocional”, no recurrirían a más de cuatro. Como mucho, los encuestados sienten “simpatía” por 14.

Robin Dunbar recuerda: “Los tamaños de estos dos círculos de amistad interiores no difieren de los identificados previamente en muestras offline”. Y aclara que estas magnitudes no aumentaron en los casos de los navegantes que “inusualmente” tenían “grandes redes” en Facebook. En su opinión, lo que necesitan estos nexos es “tiempo” e “interacción”.

(Vanguardia)