Mérida, Yucatán.- Consternación y tristeza en el medio musical de Yucatán suscitaron los  fallecimientos del violinista Juan Campos Casares y su esposa Lucely Peniche Gamboa, cuyos cuerpos fueron encontrados este jueves en su domicilio al parecer con huellas de violencia.

“Es una verdadera pena que ya, al final de sus días, haya tenido que pasar por una situación tan dramática hasta perder la vida por la decisión, por supuesto, reprobable, de otro ser humano. Lamento profundamente su pérdida. Era un verdadero amante de la música y del violín”, indicó el maestro Luis Chan Sabido.

Al morir Campos Casares tenía 91 años y su esposa 87, ambos encontrados sin vida en su Quinta Santa Cecilia de la avenida Colón de esta ciudad, a un año siete meses de que fuera asesinado también otro destacado músico, Luis Luna Guarneros, ex director de la Sinfónica de Yucatán.

El también director de la Orquesta Sinfónica de Campeche recordó como un gran profesor e impulsor a Campos Casares, quien motivó en los años setenta a los jóvenes promesas yucatecas a estudiar y profesionalizarse en el extranjero, entre ellos al pianista Manuel Escalante.

Como formador de instrumentistas, orientó y preparó como alumnos propios a Luis Chan Sabido y Luis G. Garavito. Su posición económica le permitió tener relaciones con gente reconocida del medio  musical.

Uno de sus grandes contribuciones al fomento de la música en Yucatán fue haber traído en diversas ocasiones a Higinio Ruvalcaba, uno de los mejores violinista de México, compositor, director de la Orquesta Sinfónica Nacional y director de recintos culturales tanto en la ciudad de Guadalajara como en la Ciudad de México.

El profesor Ariel Avilés Marín recordó la amistad de Campos Casares con Ruvalcaba, quien ofreció varios conciertos en Mérida por iniciativa y a invitación del propio maestro anfitrión yucateco. El primero de ellos ocurrió en 1945 con la Sinfónica de Yucatán dirigida por Daniel Ayala.

Uno de los conciertos que ofreció Higinio Ruvalcaba en la capital yucateca, fue por el cumpleaños de su entrañable amigo, Juan Campos Casares, relación que permitió al violinista jalisciense entablar relaciones con otros grandes músicos yucatecos como Emilio Puerto Molina, Nicómedes Canto, Luis Garavito y Mercedes Heredia.

Campos Casares devolvió la visita a su amigo en la ciudad de México, al fallecer éste el 15 de enero de 1976. Participó en los reconocimientos póstumos en el Palacio de Bellas Artes con la presencia del presidente Adolfo López Mateos.

El finado músico fue uno de los artífices de la recomposición de la Orquesta Sinfónica de Yucatán entre 1981 y 1983.

(Jesús Mejía)