Mejorar la condición física y la disminución del estrés son ventajas de la cercanía a zonas verdes.

Publicaciones de Environmental Science & Technology han demostrado que realizar actividad física en exteriores mejora los resultados a largo plazo. El estudio resalta que la producción de cortisol, la hormona responsable del estrés, disminuye al compararlo con las personas que se ejercitan en espacios interiores.

La investigación también explica que, tanto la luz del sol como la exposición al aire puro de los espacios verdes, ayudan a que las personas tengan una mayor predisposición a crear una rutina saludable y un rendimiento más eficiente.

Según el diario Design and Health, el contacto regular con espacios verdes, aún sin realizar actividad física, influye en los niveles de estrés de las personas. Los investigadores revelaron que quienes viven a más de un kilómetro de espacios verdes tienen mayor probabilidad de experimentar estrés de aquellos que se encuentran a menos de 50 metros.

Otro estudio, publicado en Biology Letters, agrega que las personas que viven en zonas urbanas, pero que tienen contacto con espacios naturales con frecuencia, pueden tener menos probabilidad de sufrir enfermedades mentales.

(Información completa: eltiempo.com)