Mérida, Yucatán.- El arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, deslindó a la Iglesia católica de los enredos jurídicos y financieros que enfrenta el colegio Instituto Patria.

Se refirió así a la pugna y supuestas transacciones ilegales que involucran a la presidenta del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAIP) de Yucatán, Susana Aguilar Covarrubias, y su esposo, David Abraham Achach.

“Precisamente por lo que observábamos y porque no aceptaron las autoridades el pasar la propiedad a nombre de la Arquidiócesis, pues nos desligamos totalmente de ellos”, recordó en entrevista.

“Un lugar que fue construido como escuela católica, con la contribución de los fieles de María Inmaculada, pues lo lógico era que para poderla preservar, se pasara esa propiedad a la arquidiócesis. Y al negarse ellos a esto, pues nos deslindamos y decimos: no se puede llamar católico un colegio que sí lo fue, pero que ahora ha cambiado la intención y las miras.

“Entonces, nada más. Nosotros, desde entonces, ya no tenemos nada que ver”, explicó.

Rechazó que se conociera a fondo lo que ahora sale a flote por pleito entre directivos.

“Lo único que vimos nosotros en su momento, es de que lo que era propiedad de la Iglesia, pasó a ser propiedad privada.

“Ahora, por otra parte, hay que afirmar que la Iglesia nunca tuvo concesión legal del Instituto Patria. La posesión nuestra siempre fue moral, no legal, porque legalmente fue de la sociedad civil y la asociación civil hizo lo que hizo en orden a quedarse con el Instituto y después venderlo.

“Yo no sé cuál haya sido originalmente la intención. Se sabe que hubo problemas financieros, que había deudas muy grandes y tal vez esa sea la intención de venderla, poder cubrir, saldar las deudas que había”, agregó.

Monseñor Rodríguez Vega insistió en que la Arquidiócesis está totalmente al margen de lo que pasa en el Instituto Patria.

“Ojalá que no se pierda como instituto, ojalá pueda seguir laborando como instituto, pero no sé los nuevos dueños qué intención tengan para el instituto, porque buenas escuelas siempre nos hacen falta, siempre son buenas para la sociedad; no sólo para la Iglesia, para la sociedad en general”, resumió.

Además, negó que la Iglesia pretenda acercarse a los nuevos dueños, aunque si aquellos lo intentan serán bien recibidos.

“Como les digo, con quien tendríamos que haber hablado, habló en su momento Don Emilio y no hubo un buen resultado, y ya”.

JUBILEO DE LA JUVENTUD

arzobispo_jubileoEn conferencia de prensa previa habló del “Jubileo de la Juventud” en Yucatán, con motivo del “Día Nacional de la Juventud Católica”, a celebrarse el próximo domingo.

Advirtió que los jóvenes enfrentan amenazas de la modernidad y pese a que existen testimonios de resistencia en la fe de jóvenes católicos, “no es natural” que otros tantos se hayan distanciado.

“Entonces necesitamos tener la habilidad para acercarnos a donde ellos están y hacerles una propuesta clara, atractiva, llamativa de lo que es el mensaje, no se trata de cambiar el mensaje sino de saberlo presentar”, dijo.

“Creo que acciones como éstas tenemos que multiplicarlas y en general buscar lenguajes, modos, oportunidades de acercarlos”.

Advirtió que el mundo moderno acarrea exceso de información y la tentación de experiencias de todo tipo que el joven no alcanza a procesar debidamente, lo que se vuelve, a su vez, en peso difícil de tolerar y de soportar para aquél.

Entre los fenómenos actuales, lamentó la incidencia de suicidios que ahora se han multiplicado, apuntó, como “efecto de nuestra forma de vida moderna”.

En particular, sostuvo que el tema que vuelve más triste cuando se trata de jóvenes.

“Creo que cuando alguien llega a una decisión semejante es porque o está fuera de sí o ha perdido el sentido de la existencia totalmente. No hay como la paz interior, la paz de la conciencia”, acotó.

Para atender este problema social, con más de 140 casos en lo que va del año en Yucatán, llamó al esfuerzo de las instituciones en todos los niveles, desde los padres de familia hasta las autoridades formales, incluida la Iglesia Católica.

A su vez, el sacerdote Valentín Uitzil Yam, coordinador de la Pastoral Juvenil, esgrimió que instancias profesionales han hablado de cómo el joven mexicano sufre los embates del narcotráfico, de las drogas, de la soledad y de los matrimonios en divorcio.