Papás, la clave para superarla.- psicóloga

Mérida, Yucatán.- Ana Lorena tiene siete años y  se divirtió en sus vacaciones. Fue a la playa, visitó zoológicos con su familia, jugó con su hermanita, pasó un fin de semana en casa de su mejor amiga  y pudo despertarse una hora más tarde de lo que acostumbra cuando asiste a clases.

A unos días de volver a la escuela para cursar el segundo de primaria, la pequeña de 7 años está teniendo dificultades para dormir y la mención del colegio ocasiona cambios en su estado de ánimo. Ana Lorena está sufriendo lo que conocemos como ansiedad del regreso a clase.

“Primero hay que entender que la ansiedad es una sensación incómoda ante la incertidumbre. Cualquier cambio o situación desconocida nos las puede producir”, indica la psicóloga Rossana Cuevas Ferrera, Secretaria Académica de la Facultad de Psicología de la Uady y Maestra en Psicología Aplicada al Deporte.

“Todos nos sentimos ansiosos por un cambio pero no necesariamente tiene que ser negativo. Puede ser ansiedad   por algo positivo, por ejemplo,  la que sentiríamos si ganáramos la lotería porque implica muchas modificaciones en tu vida. Mientras más grande es la alteración, mayor sensación de ansiedad porque incrementa la incertidumbre”, explica.

“En el caso de los niños tenemos una nuevo año, nueva escuela o nueva maestra. Si se hace mucho énfasis en estos cambios sí puede crear estrés en ellos pero positivo,  por la expectiva de lo que viene. No es porque sufran el regreso a clases sino que lo están deseando, incluso puede ser que no duerman porque su cuerpo y mente están activados”.

“La diferencia entre un niño que sufre volver al colegio con uno que espera el regreso tiene mucho que ver con la familia. Muchas de las cosas que  ocurren a los pequeños, quienes definen qué es bueno o malo son los mismos padres, principalmente la madre porque en la edad escolar es la imagen más significativa”.

“Los papás deben trabajar en lo que les provoca ansiedad a ellos mismos porque es lo que van a reflejar. Si le dicen a sus hijos con una expresión de temor ‘Ahí viene el regreso a clase’ se les transmite que así es cómo debe enfrentar esa modificación”, explica la psicóloga.

La recomendación es afrontar paso a paso el nuevo cambio. “Si es algo brusco o de golpe siempre es más intenso para el niño. Conforme se acerca la fecha del retorno se sugiere hablar con él, suavizarle las circunstancias, acomodarle los horarios de sueño porque si sabemos que suele sufrir el cambio de horario y el primer día de clase lo  despertamos en la madrugada es juntarle mayor cosas negativas para un momento de estrés”, agrega.

“Si el  niño tiene una respuesta muy elevada de ansiedad como llantos, gritos, de sentirse mal físicamente e incluso vomitar debemos estar más pendientes tanto de él como de la escuela. Nunca hay que dejar pasar esas señales y averiguar qué es lo que le ocasiona ese rechazo y no nos puede decir con palabras”.

“Lo más común es que no quiera dejar sus vacaciones, levantarse temprano y volver a las responsabilidades pero si llega a ese grado de sentirse mal físicamente tenemos que platicar un poco más él, sabemos que un gran problema es el bullying y también hay adultos cuya presencia es nociva para ellos”, agrega.

Rossana Cuevas recalca que la clave para enfrentar la ansiedad de los niños en el regreso a clase depende de cómo los padres expresen este cambo, ayudarlos a reducirles el miedo a lo ansiedad presentándoles lo positivo para lograr que deseen volver y reacomodar los horarios.

(María del Mar Boeta)