Enrique Peña Nieto convocó a un encuentro con la prensa para hacer oficial el último cambio en su gabinete de gobierno. Luis Videgaray deja el cargo en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, del que fue titular desde el 1 de diciembre de 2012, fecha en la que el mandatario tomó el poder de la nación. Videgaray dimite un día antes de presentarse el paquete económico 2017.

La Secretaría quedará en titularidad de José Antonio Meade, tal como ya había sido adelantado en redes sociales. En conferencia de prensa, Peña Nieto recordó que entre los logros de Videgaray como secretario de Hacienda estuvieron el fortalecimiento de las finanzas públicas, el “incremento sin precedentes de ingresos tributarios”, haber sido un actor clave en lograr la reforma financiera y su “invaluable participación en el diseño e implementación de las demás reformas estructurales en materia económica”.

El presidente dijo que su reconocimiento además de ser institucional era “muy personal”, y le agradeció por su lealtad con el gobierno de la república.

“Muchas gracias, Luis, por el servicio que le has prestado a nuestra nación”, manifestó.

Para Meade, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no es algo nuevo, pues había ocupado el cargo en 2011, durante el gobierno del panista Felipe Calderón.

En el lugar que deja Meade como titular de la Sedesol quedará Luis Enrique Miranda Nava, quien se desempeñaba como subsecretario de Gobernación.

Como encomiendas al nuevo secretario de Hacienda, Peña Nieto enlistó que el proyecto de paquete económico 2017 “deberá contribyuir a la consolidación de las finanzas públicas logrando por primera vez un superávit primario”, dijo el Presidente. “Es decir, que los ingresos deberán ser mayores de los egresos”.

Además deberá continuar con la aplicación de medidas de responsabilidad fiscal y contener y estabilizar el crecimiento de la deuda del sector público como proporción del PIB.

Su tercera encomienda será garantizar la estabilidad macroeconómica a cargo de un ajuste en el gasto público de la federación, es decir, en realizar recortes. “El gobierno de la República deberá apretarse el cinturón, no las familias y las empresas de México”, aseguró el titular del ejecutivo, quien además reiteró su promesa de que no habrá nuevos impuestos ni aumento a los ya existentes. “El ajuste recaerá en el gobierno, no en la ciudadanía”.

Por último, el presidente encargó a Meade Kuribeña contener el nivel de gasto público y mejorar la calidad del ejercicio, privilegiar los proyectos de inversión y los programas más efectivos contra la pobreza, reducir el gasto corriente y los gastos innecesarios, así como garantizar la estabilidad de la economía nacional.

(economíahoy.mx)