Mérida, Yucatán.- En el territorio de la ciudad de Mérida existen 135 cenotes, sin embargo, un número considerable de estos sitios es afectado por la contaminación, la basura, la presencia de heces fecales, además del saqueo y vandalismo, advirtió el espeleólogo Carlos Augusto Evia Cervantes. 

Al presentar su conferencia “Espeleología y el patrimonio cultural de Mérida”, el también investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán advirtió que los cenotes y grutas resguardan a su vez un valioso patrimonio histórico, ya que en muchos de ellos se han encontrado  pinturas rupestres, fósiles y piezas de valor arqueológico.

Ante el auditorio reunido en el Centro Cultural Olimpo, el espeleólogo investigador lamentó la situación en que se encuentran ciertos cenotes, algunos de los cuales han sido utilizados como sitios de descargas de aguas residuales, letrinas y depósitos de basura.

Por ello, resaltó la importancia de contribuir a las acciones de rescate y conservación de las cuevas y cenotes de la ciudad de Mérida, donde se encuentran, recalcó,  vestigios materiales e intangibles de nuestra cultura que es importante conservar.

En su presentación, expuso que la mayoría de esas fuentes de agua han sido intervenidas con labores de adecuación y mantenimiento, aunque no siempre con resultados satisfactorios.

Entre los cenotes más conocidos, mencionó “El Tívoli”, que se encuentra en el Instituto Comercial Bancario de la calle 62; el de Villa María de la colonia García Ginerés, al cuidado de las hermanas misioneras de María Inmaculada y el cenote del restaurante “Tulipanes” (Calle 42 por 43ª colonia Industrial) que fue convertido en centro nocturno y punto de atracción turística.

Otros como el cenote de Huolpoch, ubicado en el predio 510 C de la calle 39, justo en el cruzamiento con la 62-A, fue convertido en un sitio de venta clandestina de licores;  el cenote de la Hacienda “Dzoyaxché” de la reserva de Cuxtal conocido como Dzonot Ich, el cual resguarda fósiles y vestigios arqueológicos como metates y objetos de cerámica.

También resaltó el cenote del mercado Lucas de Gálvez, que se encuentra justo debajo de la Ferretería Lara, en el llamado “Callejón de los Chicharroneros”, donde se construyeron paredes para proteger el cuerpo de agua con efectos contradictorios.

Evia Cervantes destacó también la zona de las Gotas Doradas en el suroeste de Mérida qué consiste en un conjunto de cuevas con huellas de animales y muros, al parecer prehispánicos, pero que han sido expuestas a la basura y el vandalismo.

Por  todo lo anterior, insistió en la necesidad de recuperar y conservar dichos espacios, protegerlos de la contaminación y del saqueo, ya que constituyen parte de la riqueza del patrimonio natural de la ciudad y del estado.

El experto participó en los trabajos del V Simposio sobre Patrimonio Cultural de Mérida organizado por el ayuntamiento como parte de las actividades del 475 aniversario de fundación de la ciudad.

cenote_el_tivoli(Jesús Mejía)