El año pasado ingresó a los talleres extraescolares del Programa Adopte un Talento (Pauta), una iniciativa que busca estimular el interés científico en niños y jóvenes de México

Fernando Vidal, de 15 años de edad, desarrolló un dispositivo sencillo, compacto y ecológico que genera energía eléctrica a partir del calor desperdiciado por otros aparatos electrónicos o incluso, gracias a la captación de la luz del Sol.

El joven originario de la Ciudad de México logró ese objetivo después de responder a varios de sus cuestionamientos:

¿por qué convertimos la energía eléctrica en calor?

¿Y si lo hacemos al revés?

“Esta curiosidad empezó cuando tenía 8 o 10 años”, comentó el adolescente.

Desde entonces, Vidal Silva comenzó a investigar más sobre el tema y encontró que la energía eléctrica que usamos en diferentes partes del mundo es producida mediante el uso de turbinas, pero saberlo no fue suficiente.
Entonces se planteó la posibilidad de hacerlo de una manera sencilla y a través de algún dispositivo compacto, sin tener que emplear en el proceso la energía mecánica como intermediario.

Dijo que el año pasado ingresó a los talleres extraescolares del Programa Adopte un Talento (Pauta), una iniciativa que busca estimular el interés científico en niños y jóvenes de México, con la intención de averiguar más sobre su tema y halló la oportunidad en un área de la Física: la termodinámica.

Fernando explicó que consiguió transformar el calor desaprovechado en energía eléctrica, al desarrollar un dispositivo que permite realizar una reacción química con la combinación de carbón activado, el mineral pirita, acetona, alcohol y aluminio.

INSPIRÓ SU TRABAJO EN EL AMBIENTE DE MICROORGANISMOS MARINOS

Precisó que, la idea de usar dichos componentes es “recrear” el medio ambiente de las arqueas, unos microorganismos unicelulares que viven en el fondo del mar y sobre altas temperaturas, de entre 70 y 120 grados Celsius.

De acuerdo con publicaciones científicas, las arqueas incluyen a organismos que habitan cerca de volcanes submarinos, fuentes termales, aguas muy ácidas o demasiadas alcalinas, cuyos lugares son considerados los más extremos en la tierra.

El estudiante de primer semestre de preparatoria subrayó que el dispositivo estaba pensado en principio para ser usado como funda en un teléfono móvil, lo cual le permitiría aprovechar el propio calor emitido y mantener la batería recargada.

Pero, aseguró, la innovación también podría instalarse en alguna pared o muro para controlar la temperatura del lugar y, al mismo tiempo, producir energía con la luz del Sol.

Incluso, acotó el aspirante a investigador, el generador podría ser utilizado para suministrar energía a ciertos dispositivos médicos u otros que son colocados sobre la piel de las personas.
“Está enfocado de esta manera para que podamos aprovechar la energía (…) que desaprovechamos”, resaltó Vidal Silva, quien recordó que el medio ambiente, las personas al moverse y el carro, por ejemplo, desprenden calor.

Precisó que, el prototipo propuesto da oportunidad de generar medio voltio de energía, con 30 grados centígrados de temperatura, hasta el momento, pero al ser compacto ofrece la ventaja de hacer una serie del mismo para incrementar la cantidad de electricidad.

Fernando manifestó su deseo de encauzar su talento en realizar las modificaciones pertinentes en su invento, a fin de que éste impacte de manera positiva en la sociedad, y lo hará antes de viajar a Guatemala para presentar su proyecto de energías renovables.

Esto porque el joven, antes de ingresar a la Universidad Intercontinental, participó en cuatro ferias locales y nacionales de ciencia. En la última concursó en la categoría “Ciencias de la Ingeniería” en Expociencias Michoacán, donde obtuvo su pase para viajar este año a aquel país de Latinoamérica.

De manera que en los próximos meses continuará su preparación y, de momento, envió un mensaje a todos los jóvenes:

“En este país hay mucho talento y no debemos desperdiciarlo. Si cada uno pone su granito de arena puede lograrse algo muy grande”.

(Notimex.com)