El presidente Donald Trump arremetió ayer miércoles contra funcionarios de inteligencia y la prensa por lo que describió como el trato “muy, muy injusto” que dieron a su exasesor de seguridad nacional Michael Flynn y por información “filtrada ilegalmente” sobre los supuestos contactos entre sus colaboradores de campaña y autoridades rusas.

El mandatario emitió sus declaraciones en medio de un nuevo torbellino de controversia en torno a sus vínculos con Rusia. La Casa Blanca dijo que Flynn fue obligado a renunciar esta semana después de que engañó al vicepresidente Mike Pence y a otros colaboradores de Trump sobre los contactos que tuvo con el embajador de Rusia en Estados Unidos antes de que el magnate asumiera la presidencia.

Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, Trump hizo sus primeras declaraciones públicas sobre el despido de Flynn, y consideró que fue “algo realmente triste que lo trataran tan mal”.

Se dice que Trump favorece al vicealmirante Robert Harward, un exmiembro del grupo de comandos SEAL de la Armada, como su próximo asesor de seguridad nacional, según un funcionario de la Casa Blanca.

Harward se reunió la semana pasada con altos funcionarios de la residencia presidencial y tiene el respaldo del secretario de Defensa, Jim Mattis.

El periódico The New York Times informó el martes en la noche que las agencias estadounidenses habían interceptado el año pasado llamadas telefónicas entre funcionarios de inteligencia rusos y miembros del equipo de la campaña de Trump de 2016.

Funcionarios y exfuncionarios que solicitaron el anonimato le dijeron al Times que no habían encontrado pruebas de que el equipo de campaña de Trump hubiera trabajado con los rusos en las acciones de piratería cibernética.

Trump no abordó directamente la veracidad del artículo del periódico, pero censuró lo que describió como el “acto delictivo” de haber filtrado información. Horas antes ayer miércoles, el mandatario tuiteó que “la ‘inteligencia’ distribuye información secreta ilegalmente como si fueran dulces. ¡Muy antiestadounidense!

Se desmarca de la solución de dos Estados

Trump se desmarcó de una política que han mantenido sus tres predecesores al poner en duda que la paz en Oriente Próximo deba pasar por la creación de un Estado palestino, aunque pidió a Israel que “contenga un poco” la expansión de sus asentamientos.

Al recibir en la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Trump concedió una pequeña victoria a la derecha nacionalista de Israel, que aboga por desechar la llamada solución de dos Estados, uno israelí y otro palestino independiente, cuyas fronteras se establecerían mediante una negociación de paz.

“Estoy valorando una solución de dos Estados y de un Estado, me gustará la que le guste a las dos partes. Puedo vivir con cualquiera de las dos” salidas, aseguró Trump en una conferencia de prensa junto a Netanyahu. Unas horas antes, un funcionario de la Casa Blanca había dejado en el aire el respaldo estadounidense a la solución de dos Estados, al considerar que si, ese enfoque “no lleva a la paz”, “tal vez” habrá que deshecharlo.

El primer presidente estadounidense en apoyar la solución de dos Estados fue el demócrata Bill Clinton antes de dejar el poder en 2001, y su sucesor, el republicano George W. Bush, convirtió oficialmente ese objetivo en parte de la política del país, algo que Barack Obama continuó a lo largo de sus dos mandatos.

La postura de Trump no implica que no desee resolver el conflicto que ha atraído -y frustrado- a todos los presidentes estadounidenses desde Jimmy Carter (1977-1981), dado que hoy se comprometió a “trabajar hacia un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos”.

(Elsiglodetorreon.com.mx)