Mérida, Yucatán.- La presencia y actividad del Ejército Mexicano en las actividades del combate al crimen organizado es contradictorio porque “muchos se han sentido más seguros con su presencia, otros han denunciado abusos en el cumplimiento de su deber”, señaló el Arzobispo de Yucatán, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega.

Al dedicar este domingo su homilía a la institución castrense.

“Nuestro Ejército y cada uno de los soldados han sido valorados especialmente, cuando en medio de los desastres naturales, han arriesgado su vida para salvar la de los ciudadanos en peligro y para llevarles comida, agua y cobijo. Desde el año 2010 han salido muchos grupos de soldados a diferentes ciudades de México, a cumplir funciones policiales por el tema de la inseguridad y la violencia generada por el crimen organizado.

“Sus acciones en este tema han significado contradicción, pues mientras muchos se han sentido más seguros con su presencia, otros han denunciado abusos en el cumplimiento de su deber. En ocasiones hemos visto que las críticas y manifestaciones contra la presencia de los soldados en las calles, han sido impulsadas por el mismo crimen organizado. En todo caso, reconocemos que el glorioso Ejército Mexicano está cumpliendo una misión de excepción y que en cuanto se pueda, los soldados y marinos deberán regresar a sus cuarteles”, dijo.

En la celebración del Día del Ejército Mexicano, al que alabó por su responsabilidad y compromiso patrio, indicó que es uno de los pocos del mundo que no cuentan con capellanes para la asistencia a los soldados y enseñen el espíritu y la “Palabra” a los militares.

El prelado expresó que haber elegido como título un versículo del Evangelio, según san Lucas, que no corresponde a este domingo.

“Sin embargo lo escogí porque celebramos en México el día del Ejército Mexicano, también conocido este día como “Día del Soldado”.

Fue el 19 de febrero de 1913 cuando se fijó el decreto de la creación del Ejército Constitucionalista, que luego fue llamado Ejército Mexicano, refirió.

En su pronunciamiento ensalzó el trabajo, compromiso y dedicación de las fuerzas armadas por las tareas de salvamento y apoyo a la población ante desastres y eventos climáticos.

Monseñor Rodríguez Vega comentó que los soldados pueden ser cristianos y llevar una vida de fe, e hizo remembranza de varios santos que fueron soldados y que murieron por la fe, que dejaron las armas para dedicar su vida a la religión cristiana.

Además, citó a los muertos por la guerra cristera, época en la que el Ejército Constitucionalista dio muerte al joven mártir José Sánchez del Río, a los de 14 años de edad, y recientemente canonizado.

(JCN)