Mérida, Yucatán.-  La deportación masiva de indocumentados traerá consigo mayores perjuicios a los migrantes y sus familias, toda vez de que de proveedores pasarán a ser desempleados, situación que repercutirá en situaciones conflicto e incluso violencia intrafamiliar, expuso la investigadora Teresita Munguía Gil.

Al participar en la mesa panel “Los derechos de los migrantes” en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Yucatán, la antropóloga y experta en temas migratorios advirtió de la agudización de problemas económicos y sociales tanto en las familias como en las comunidades con el regreso de los connacionales.

“Pareciera que los efectos de la deportación serán colaterales, pero no es así, serán, sustantivos”, advirtió la investigadora, al aludir a datos del Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya de que en Estados Unidos trabajan y residen cerca de 180 mil trabajadores de origen yucateco, de los cuales el 70 por ciento son indocumentados.

“Estamos viendo que es una realidad la deportación masiva que han generado las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Los datos que reporta migración así lo demuestran, lo que va a implicar un efecto económico y social en las localidades de origen y  una reconfiguración en las familias”, puntualizó en entrevista luego de su exposición.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración, en el 2016 fueron repatriados 219 mil 932 compatriotas de todo el país, de los cuales, el 10.4 por ciento fueron mujeres y el resto, 89.6 por ciento, varones. Del total, 13 mil 746 fueron niños, niñas y adolescentes, de los cuales nueve mil 718 no iban acompañados y cuatro mil 28 sí. Del total de deportados, 406 fueron yucatecos.

Respecto de las fricciones en el seno del hogar, la investigadora explicó que el varón migrante querrá retomar el rol de jefe de familia cuando la esposa ya desempeñaba esas tareas de jefatura y tutela de los hijos, lo que se reflejará en conflictos de pareja, familiares, que incluso puede llegar a casos de violencia como ya ha ocurrido.

Explicó que la situación va a ser muy difícil en un estado que enfrenta altos índices de depresión y, por ende, de suicidios, problemas de violencia intrafamiliar, de ruptura del tejido familiar y de la ya conocida incidencia de casos de VIH (Virus de Inmunodeficiencia Adquirida) por efectos de la migración.

Ante ello, planteó la necesidad de que el gobierno del estado, las organizaciones sociales y la iniciativa creen redes sociales de apoyo, establezcan acciones y respondan a las necesidades de atención a necesidades básicas de los migrantes. Sólo así, puntualizó, será posible reducir sus condiciones de vulnerabilidad. (Jesús Mejía).