Mérida, Yucatán.- El Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, caminó las 14 estaciones del Viacrucis acompañado de menores infractores.
En el Centro Especializado en Aplicación de Medidas para Adolescentes (CEAMA), pidió a los jóvenes internos luchar por una nueva vida, distinta a la que los obligó a vivir en un penal.
Ahí encabezó el ritual católico del camino al monte calvario e instó a los presentes a superar las limitaciones del cautiverio y reencauzar sus vidas.
Monseñor Rodríguez Vega señaló que en Viernes Santo no se realizan ceremonias litúrgicas, porque están dedicas a adorar la Cruz.
Hoy ustedes tienen un doble propósito, les dijo a los muchachos, deben de cargar una cruz pesada y dolorosa que es la pérdida de la libertad, pero también de la reflexión y la renovación de sus responsabilidades para tratar de tener una nueva vida al salir de este sitio.
A la ceremonia del Viacrucis acudieron cinco de los 23 jóvenes reclusos, los restantes 18 no pueden tener contacto con la sociedad debido a la situación de peligrosidad y violencia con que son catalogados.
Sin embargo, el líder religioso abogó por ellos, por sus vidas y sus familias, ya que, dijo, cada uno está viviendo momentos difíciles lejos de sus hermanos y padres.
Con motivo de la ocasión, subrayó el valor de la espiritualidad y el ejemplo de Cristo que tres veces cayó y las mismas veces se levantó para continuar hacia la muerte.
El Arzobispo recalcó que el valor de la juventud debe de ser siempre la medida para pensar en la libertad y sobre la oportunidad de merecer una nueva vida.