Mientras que el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continúa provocando al régimen de la República Popular China, el presidente de este país, Xi Jinping, fortalece los lazos políticos y económicos con su homólogo ruso, Vladímir Putin.

En medio de la escalada de tensión por la presión de Estados Unidos sobre el gobierno de Corea del Norte por su proyecto nuclear, un buque destructor de la Armada estadounidense navegó peligrosamente cerca de una de las islas que Beijing defiende como suyas en el mar de China Merdional.

“El 2 de julio el barco estadunidense USS Stethem entró sin permiso en las aguas de las islas chinas Xisha (Paracel), China envió inmediatamente sus barcos militares y cazas para hacer una advertencia al buque y expulsarlo de las aguas territoriales”, informó la cancillería china y agregó que con esta acción “Estados Unidos dañó seriamente la paz y estabilidad” de la zona.

Este hecho se suma a otras “provocaciones” la semana pasada como el anuncio de Washington de venta de armas a Taiwán y la sanción a un banco chino por “lavar” dinero de Norcorea.

Por su parte, Xi Jinping arribó ayer a Moscú para reunirse por tercera vez en el año con el presidente Putin y firmar hoy 10 acuerdos en diferentes campos con valor de unos 10,000 millones de dólares, así como más de una docena de acuerdos de cooperación.

(elsiglodetorreon.com.mx)