Mérida, Yucatán.- El uso de químicos en la agricultura ya contaminó al menos tres cenotes de Yucatán, denunció Greenpeace.

También se han encontrado rastros de sustancias peligrosas como DDT en los mares de la costa yucateca, según muestras de agua analizadas por la organización no gubernamental.

Por ello, este lunes, la ONG, campesinos de Yucatán, apoyados por el gobierno del Estado, iniciaron acciones para promover la agroecología.

El grupo de trabajo está apoyado por la estación experimental Indio Hatuey, de Matanzas, Cuba, cuya representante, Maybe Campos, viajó a Yucatán para ofrecer su experiencia.

Atilano Ceballos, representante de “U Yits Ka’an”, escuela de Agricultura Ecológica, de Maní, Yucatán, se quejó de la creciente política pública de uso de los agroquímicos, “contra la cual hemos navegado”, hacia una agricultura de los “saberes tradicionales”.

Maybe Campos aplaudió la decisión de reconvertir la producción agrícola industrial a la agroecolgía, que “no es más que producir alimentos, con equilibrió con el medio ambiente”.

Dijo que están comprometidos a ayudar en la aplicación de modelos agroecológicos de Cuba en Yucatán, por medio de un plan estratégico.

El grupo de trabajo realizará un recorrido por milpas de Campeche y Yucatán, en busca de información sobre la experiencia que hay en el campo sobre producción agrícola ecológica, a fin de reforzar la actividad.

Por su parte, Aleira Lara Galicia, representante de Greenpeace México, explicó que, desde 2015, han realizado estudios sobre presencia de agroquímicos en cuerpos de agua de Yucatán.

“Realizamos muestreos en 5 cenotes de la región, 3 en Yucatán, uno en Campeche, uno en Quintana Roo, y encontramos plaguicidas como endosulfán, DDT, y lindano”.

El estudio se hizo en cenotes que están cerca de zonas agrícolas: Chen-ha, Chelentún y Yax-ha, en Yucatán; “Cueva de las Serpientes”, en Quintana Roo, y “El Cenote Azul”, en Campche.

Dijo que los resultados no solo fueron publicados sino también enviados a los gobiernos, para que tomaran cartas.

Aseguró que el uso masivo de plaguicidas está causando “zonas muertas” en la vida acuática, es decir, áreas de florecimiento de algas nocivas que evita que haya oxígeno y acaba con la vida.

(EVM)