Por: Eduardo Vargas

Crónica del nacimiento y evolución del huracán hasta hoy más poderoso de la temporada

Mérida, Yucatán.- Los números son fríos, como la muerte: 10 víctimas se cuentan hasta hoy por el azote de “Harvey”, uno por cada día hasta el domingo, dos por cada mil kilómetros que recorrió desde que inició su camino, el 17 de agosto, cuando se convirtió en tormenta tropical con nombre.

Todos los muertos y una cifra aún incuantificable de damnificados son del país más fuerte del mundo, cuyo poder no fue (ni es) suficiente para contener la furia de la naturaleza que se “expresó” en vientos que rebasaron los 215 kilómetros por hora.

Todas las víctimas son de uno de los estados más ricos por ser el petrolero, al que hoy no le alcanza su “oro negro” para pagar los 10 mil millones de dólares calculados en pérdidas, dos mil millones por cada día del largo recorrido de 5 mil kilómetros de “Harvey”, desde el Caribe hasta Corpus Christie, donde tocó tierra la primera de dos veces.

Pero aunque “Harvey” destruyó en horas lo construido en años, el huracán no nació ayer y, en realidad, como un ave Fénix, renació de entre sus cenizas para embestir con fuerza desmedida la costa sur de Estados Unidos.

Aunque desde antes el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) ya monitoreaba la onda tropical que se iba a convertir en el huracán más poderoso de la actual temporada, “Harvey” nació y fue “bautizado” el 17 de agosto, cerca de las islas Barlovento, en el mar Caribe.

De hecho, el “primer aviso” de su “fuerza” lo demostró en apenas 12 horas o menos, pues por la mañana de ese mismo día, aún era un sistema de baja presión; y, por la tarde, “Harvey” había nacido y las autoridades mexicanas, aunque aún se encontraba lejos, prendieron las alertas por la velocidad con que se había formado.

Incluso, los primeros modelos vaticinaban que “Harvey” llegaría a México como huracán categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, pero en su recorrido por el mar Caribe no evolucionó como se esperaba; sólo dejó algunas lluvias en las islas del Caribe y parte de Venezuela, pero no hubo nada qué lamentar.

Pero “Harvey” prácticamente desapareció del mapa el 19 de agosto, con la misma velocidad que pasó de ser un simple sistema organizado a tormenta tropical con nombre: en apenas seis horas, se degradó primero a depresión tropical y luego a una simple onda tropical.

En su aviso número 11, el NHC escribió el epitafio del sistema y dijo que no reanudaría la información a menos que retomara su fuerza; un avión cazahuracanes que sobrevoló los remanentes determinó que ni siquiera tenía centro (ojo), una característica de los ciclones tropicales, y que estaba prácticamente desorganizado, en otras palabras, muerto.

Se encontraba entonces a mil 775 kilómetros de costas mexicanas, distancia que recorrió en pocos días hasta que como onda tropical atravesó, entre el lunes y martes de la semana pasada el territorio de la Península de Yucatán. Las autoridades mexicanas ya anticipaban que, al salir al Golfo, “Harvey” renacería. No se equivocaron.

El 23 de agosto, en aguas de Campeche, “Harvey” renació y, como al principio, en menos de 24 horas, pasó a ser tormenta tropical; de pronto, ya era huracán categoría uno. Avanzó rápidamente adquiriendo su fuerza devastadora y aunque se estancó un poco, el 25 se consolidó como un coloso de categoría 4.

Entonces vino la fuerza destructora que descargó, con vientos que alcanzaban los 215 kilómetros por hora, primero cerca de Corpus Christie y luego, a unos pasos de Rockport, entre Port Arkansas y Port O’Connor, una zona “fantasma”, debido a las evacuaciones masivas.

“Harvey” volvía a demostrar, con ese “rebote” en la costa, lo caprichoso de su naturaleza; prácticamente se estacionó ahí y descargó tal cantidad de agua que en Houston se reportaron inundaciones de más de 3.5 metros de altura.

Imágenes de casas y vehículos cubiertos por el agua, de personas que eran rescatadas de zonas inundadas se volvieron virales y dieron la vuelta al mundo entrelazando historias de una tragedia de tal magnitud que hasta ahora ha cobrado 10 vidas, pero que aún no pasa factura por los desaparecidos.

Según la policía de Houston, sólo en esa ciudad, realizaron hasta hoy martes tres mil 500 rescates de personas que se quedaron atrapadas en zonas devastadas o inundadas por la gran cantidad de lluvia que “Harvey”, a pesar de que cuando tocó tierra se degradó a categoría 1, dejó en la zona petrolera de Estados Unidos.

A 12 días de su “nacimiento”, “Harvey” no ha muerto; sus remanentes “recorren” la costa del Golfo de México en Estados Unidos y han puesto a temblar a lugares como Nueva Orleans, sacudida hace más de una década por el huracán “Katrina” que dejó cicatrices imborrables en la cuna del jazz.

Y la devastación económica aún no termina; suma 10 mil millones de dólares, según la página de Wikipedia que ya cuenta a “Harvey” entre los huracanes más destructores de la costa sur de Estados Unidos, y donde la producción petrolera está semiparalizada, lo que puede afectar a México porque de ahí provienen gran parte de las gasolinas que se consumen en nuestro país.

Además, decenas de vuelos (hasta ahora 22 “redondos”, según informaciones periodísticas) han sido cancelados entre Houston y Cancún, México, lo que también acarrea grandes pérdidas económicas para nuestro país, por el flujo turístico y de negocios que esto implica.

Así, desde que nació como tormenta tropical el 19 de agosto, “Harvey” recorrió unos cinco mil kilómetros hasta llegar a Texas; prácticamente “tocó” 9 países, incluidos varios estados de México:

Barbados
San Vicente y las Granadinas
Islas de Barlovento
Nicaragua
Honduras
Belice
Península de Yucatán (México)
Veracruz (México)
Nuevo León (México)
Tamaulipas (México)
Texas

trayectoria completa de harvey desde su nacimiento1

(Foto principal: infobae.com)

(Con información de Animal Político, Houston Chronicle, Dallas Morning News, NHC, Wikipedia)