Mérida, Yucatán.- Ofrecer oportunidades para sacar adelante a la familias vulnerables de las colonias y comisarías de Mérida, capacitar a las madres jefas de familias y amas de casa para obtener una fuente de ingresos son algunos de los objetivos del programa municipal “Urdiendo esperanzas” que este día reunió a más 100 beneficiarias en la colonia San Antonio Xluch III.

La presidenta municipal, María Fritz Sierra manifestó que desde el inicio de la administración el Ayuntamiento asume su obligación de brindar opciones de desarrollo personal a quienes más lo necesitan al entregar apoyos en especie y capacitación por más de $105 mil pesos.

Agregó que además de ofrecer agujas e hilos se les incorporará a un programa de desarrollo económico para ofrecer sus productos a precio adecuado y de esta forma generar mejores ingresos para sus familias.

Esta es la segunda entrega del año, ya que en enero se otorgaron 172 paquetes de bastidores, agujas e hilo a mujeres de la Komchén, con una inversión de $170,000.

Cecilia Patrón Laviada, directora de Desarrollo Social, señaló que “Urdiendo esperanzas” es una labor de equipo entre el Ayuntamiento y la comunidad ya que los beneficiarios deben contribuir con trabajos sociales comunitarios en las áreas comunes de sus comisarías y colonias del Municipio de Mérida. En el caso de San Antonio Xluch, la señora Wilma Garrido donará su casa para recibir la capacitación.

“Urdiendo esperanzas” ha entregado más de 2,200 apoyos desde que comenzó el programa a 15 comisarías y 6 colonias.

Testimonios de beneficiarias

Paula Medina Uicab consideró un acierto municipal el proyecto “Urdiendo esperanzas” porque a las amas de casa como ella les permite generar un ingreso si las elaboran para vender o, al menos, un buen ahorro si las hacen sólo para su familia.

—Parece mentira, pero mi mamá sabía urdir y yo nunca quise aprender, ahora veo la importancia de haberlo hecho, pero qué bueno que haya quien nos venga a enseñar y que incluso nos apoyen con hilos y bastidores —expresó.

Silvia Anguas Can comentó que no tenía ni siquiera nociones de urdido, pero en pocos días ha ido aprendiendo y espera que al terminar la capacitación ya pueda hacer una hamaca para vender y obtener así ingresos que apoyen la economía de su familia.

Dulce Yolanda Sánchez Palma dijo que es primera vez que se intenta urdir, pues aunque creció con su mamá que urdía, ella nunca tuvo interés por aprender.

—Cuando estás chica ni le tomas importancia a las cosas y prefieres pasarte el día jugando ahora me arrepiento de muchas cosas que no aprendí con mi mamá, pero es muy bueno que el Ayuntamiento se preocupe por ofrecer apoyos de este tipo —manifestó.

La señora Sánchez enfatizó que actualmente es muy difícil económicamente comprar una hamaca, que cuesta unos mil pesos, precio que se duplica cuando se compra al contado.

—Estoy muy ilusionada con aprender a urdir porque eso representará un gran ahorro para mi familia e, incluso, podría convertirse en una fuente de ingresos —añadió.

Antonio de la Cruz Chi Castro, originario de Chapab, y quien es instructor del programa, comentó que aprendió a urdir a los 7 años.

Recordó que en Chapab todos sus hermanos, que son seis, y él, aprendieron a urdir a edad temprana y en su casa siempre había bastidores con hamacas en proceso de elaboración.

—En casa aprendimos a hacer todo tipo de dibujos con el urdido y eso es lo que pretendo enseñar —afirmó.

Al evento también asistieron el secretario municipal Arturo Sabido Góngora y las regidoras Dafne López y Rosa Ceballos Madera.

(Comunicado)