Progreso, Yucatán.- Al menos 10 asaltos han ocurrido en las últimas semanas frente al litoral de Yucatán, en los que han participado supuestos encapuchados, según testimonios de presuntos testigos o afectados.

En los atracos en el mar se ha observado a personas armadas y cubiertas con pasamontañas, denuncian.

El pasado fin de semana, dos embarcaciones fueron interceptadas en aguas de puerto Progreso: un bote de pescadores y una lancha de recreo, difunde el portal Presidio.

Con sólo días de diferencia, cita la versión, los delincuentes despojaron de motores y pertenencias a quienes se encontraban a bordo, algunos de éstos incluso resultaron heridos.

De acuerdo con sitio web, la presencia de estos sujetos en Yucatán se ha evidenciado con ilícitos en pandilla, desde robos de cajeros automáticos hasta asaltos a casas-habitación con sus inquilinos dentro.

“Hasta el momento no se tiene un informe policial sobre estos casos, que se han extendido hacia las aguas del litoral yucateco”, asienta.

Los criminales, describe la nota, se movilizan en lanchas equipadas con motores de 4 tiempos, lo que les permite acercarse a las demás embarcaciones sin hacer más ruido que las olas.

Por lo general, la intercepción ocurre cerca de la medianoche o en la madrugada, cuando pescadores de sardinas, principalmente, arrojan sus redes y se acuestan en el fondo de su nave mientras esperan la captura.

De pronto sienten que su embarcación es golpeada y observan que sujetos armados saltan a bordo, los encañonan y les ordenan taparse con una lona que les arrojan, “sin mirar, o te vuelo la cabeza”.

Los asaltantes, a los que sólo se ven sus ojos, se llevan los motores, gasolina, grampín, provisiones, luces, teléfonos y dinero. Dejan a oscuras y en el desamparo a los marinos, que se sienten desprotegidos y a merced de la delincuencia organizada.

La publicación enlista que en fechas recientes han sido asaltados “Luciana 3”, de María Luciana Pech; “Tres hermanos”, de “El Bolon”, y otra más, propiedad de Miguel Manzano, pero hay más que sólo han trascendido.

Los hechos habrían tenido lugar a unas siete u ocho millas de la playa.

Los motores robados tienen precio comercial de entre 140 mil y 170 mil pesos, pero en la venta ilegal se pueden entregar a 20 mil o 30 mil pesos.

“Aquí han habido unos 10 motores (robados). Tiene como tres o cuatro meses (que viene pasando). Se pone la demanda correspondiente, pero no procede nada”, explica uno de los perjudicados.

¿Se están armado ustedes?, se le pregunta.

—Pues hasta ahorita no—, responde.

(LectorMx)