Mérida, Yucatán.- Las empresas ‘fantasma’ se ha convertido en el principal dolor de cabeza del Servicio de Administración Tributaria (SAT), es decir, de quien cobra los impuestos en México, admitió su titular Oswaldo Santín Quiroz.

Tan sólo en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto, han encontrado 6,000 empresas en todo México, y el más reciente “episodio” del problema: candidatos como Jaime Rodríguez “El Bronco” han sido relacionado con ellas.

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O al menos es la línea de investigación que el Instituto Nacional Electoral (INE) inició en contra del candidato, gracias a la lista “negra” de empresas que el SAT publica para alertar sobre estos negocios.

En visita a Mérida para atestiguar la destrucción de más de 10 millones de cigarros ilegales, el funcionario dijo que el SAT está obligado a publicar el nombre de las empresas fantasma, y que las autoridades electorales son las encargan de vincularlas a partidos o candidatos.

Dijo desconocer el número de empresas que sirvieron al único candidato independiente.

Reiteró que ha firmado convenios para que el SAT publique toda la información que tenga en sus manos para que las autoridades electorales tengan la posibilidad de fiscalizar todos los gastos de los actores políticos.

Cuestionado sobre la gravedad del problema de esta clase de empresas, Santín Quiroz dijo: “Es el problema más serio que enfrenta la administración tributaria en el país, y por eso el SAT está dedicando una gran cantidad de recursos para combatirlas”.

¿Qué hacen las empresas fantasma?

¿Qué le reclamaron a un candidato en Yucatán supuestos empresarios ‘fantasma’?

El funcionario explicó que facturan generalmente son empresas de asesoría, ‘outsourcing’ o capacitación, cuyos servicios son difíciles de comprobar porque no se ven, son “intangibles”.

Explicó que, hasta ahora, el dinero facturado por las empresas inexistentes suma 1.5 billones de pesos, lo que no quiere decir que eso se haya evadido o que se haya utilizado, por eso se les investiga.

No dijo cuántas de esas empresas fantasma se han detectado en Yucatán.

Negó que México se haya convertido en un “paraíso” para estas prácticas de evasión de impuestos, pero admitió que el problema, del que ningún estado del país se salva, se ha generalizado y los ha obligado a destinar más recursos para combatirlas.

Recordó que recientemente hubo una reforma legal para perseguir a empresas que ya no solo se prestan a la compra-venta de facturas, sino que adquieren otros negocios con pérdidas fiscales para reducir el pago de impuestos.