Mérida, Yucatán.- Un tren que tendrá varias tarifas, desde una subsidiada (20 pesos, por ejemplo) para llevar a los trabajadores de Cancún a la Rivera Maya, pero también otra que le dé a los turistas una experiencia única, de unos 1,000 dólares (18,000 pesos al tipo de cambio actual promedio).

De salir bien el proyecto, que este jueves fue presentado, “de manera general”, a empresarios de Yucatán, en unos 4 años y  medio “podremos estar dando todos vueltas por ahí”, aseguró Rogelio Jiménez Pons, futuro director de Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).

Aunque casi todas las cifras que próximo titular de Fonatur fueron estimadas, consideró que las tarifas deberán tener un “amplio” espectro, de acuerdo con las necesidades y, sobre todo, con la experiencia del usuario. En ese sentido, aseguró que se buscará que el viajero “se baje contento y sonriente”, y que recomiende el viaje.

Este jueves 23, Jiménez Pons se reunió, acompañado de Joaquín Díaz Mena, futuro delegado en Yucatán de Proyecto Integrales de Desarrollo, con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Yucatán, encabezado por Michel Salum Francis, en un hotel de Mérida.

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De acuerdo con lo dicho en una rueda de prensa posterior, en el encuentro se tocaron 2 temas fundamentales:

  • El Tren Maya
  • El trabajo que desempeñará Joaquín Díaz Mena, excandidato a gobernador de Yucatán.

Sobre el proyecto de infraestructura en la región, que busca conectar Chiapas y Tabasco con Campeche, Yucatán y Quintana  Roo, en un megaproyecto ferroviario, que también contempla ser una alternativa para el transporte de carga, los empresarios yucatecos declararon su respaldo total.

Como informamos, hace apenas algunas semanas se anunció que el trazo original del tren, que no contemplaba Yucatán, “reconocería” el Estado para conectar Cancún con Valladolid y, finalmente, llegar a Mérida.

Con esa “complementación” (Jiménez Pons no aceptó que se tratara de un cambio en la ruta), se anunció que costo total del proyecto puede ir de los 1,200 a los 1,500 millones de pesos, de los que hasta un 30 por ciento serán de inversión pública y el resto, privada.

Sin embargo, el futuro director de Fonatur aseguró que la “preponderancia” del Gobierno sobre la obra se basará en que tanto el derecho de vía (del que, afirma, ya tiene un 95 por ciento de los 1,500 kilómetros de la ruta), como en la concesión, aspecto que se rigen bajo la propiedad del Estado.

Sobre la posibilidad de usar dinero destinado a la promoción turística para echar a andar el tren, Jiménez Pons nunca la negó, pero dijo que la promoción no se frenará, y que se buscarán más recursos para ella a través de la cancelación de oficinas que “duplican” los gastos para ofertar a México en el extranjero.

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Mencionó que Fonatur buscará, también, la “democratización” de las inversiones en el tren, a través de capital en la Bolsa de Valores, de tal forma que, incluso, un ciudadano que contara con 5,000 pesos pudiera invertir a través de algún fondo.

Dijo que los trabajos para la construcción del Tren Maya iniciará en diciembre próximo con obras “más fáciles”, cercanas a centros urbanos como Cancún y Mérida, y recordó que exista ya un proyecto de modernización de vías existentes, que ya está en marcha.

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El funcionario explicó que la de hoy es una primera reunión de trabajo con los empresarios de Yucatán, cuya solidez le dará impulso a uno de los proyectos más importantes del  próximo Gobierno federal en la región.

Expuso que la participación de la iniciativa privada no se limitará nada más a la construcción de la infraestructura para la operación del tren, sino a la generación de proyectos alternativos porque esta magna obra implicará desarrollos turísticos, vivienda, estaciones, prestación de servicios, etcétera.

Sobre el derecho de vía y la necesidad de pasar sobre propiedades de pueblos originarios, descartó cualquier expropiación de tierras y aseguró que el proyecto buscará “subir” a los ejidatarios al desarrollo económico, porque un tren que en parte es de lujo no puede pasar sobre zonas pobres.

Comentó que, a las zonas donde pasará el tren, el Gobierno federal llevará programas sociales y de apoyo para que puedan salir de la pobreza y beneficiarse del proyecto. También dijo que que se buscará que la obra pública beneficie principalmente a la gente local.

También habló acerca de las tarifas, y aunque anticipó que era prematuro dar precios, explicó que el derecho de viaje para los trabajadores tenía que ser lo más baja posible, aun cuando tuviera que subsidiarse. Habló de la posibilidad de que un pasaje entre Cancún y la Rivera Maya pudiera costar 20 pesos.

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Sin embargo, destacó que el nuevo sistema de transporte deberá tener varias tarifas, “con amplio espectro”, de tal forma que el cobro sea accesible para un trabajador, pero que un turista -que viaje en un vagón de lujo, con comida cara- pague de 1,000 a 2,000 dólares, para vivir la experiencia.

Aseguró que, con la debida promoción, con el Tren Maya operando, la región será “uno de los trabucos más grandes en la oferta turística del planeta”, por la diversidad de lugares que conectará: ruinas, destinos de playa, ciudades coloniales, etc.

El funcionario dijo que iba a reunirse con el gobernador electo de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, para hablarle del proyecto y buscar una coordinación para que se lleve a buen término.