Mérida, Yucatán.- La diversidad y las poblaciones de especies marinas tanto de la Península de Yucatán como del Mar Caribe presentan descensos gravísimos y alarmantes como resultado del cambio climático, la contaminación y la pesquería intensiva.

Tal advertencia es del presidente de la Sociedad Ictiológica Mexicana (SIMAC), Ernesto Velázquez Velázquez, con base en resultados y conclusiones de investigadores y especialistas de institutos de investigación y educación superior tanto del estado de Yucatán como de la región.

Alertó que el cambio climático es un tema que es analizado a nivel mundial y del que especialistas han hecho predicciones catastróficas sobre sus consecuencias y que le pegan, dijo, a las zonas costeras con el aumento del nivel del mar.

En reciente Congreso Nacional y Simposio Latinoamericano de Ictiología, comentó que los efectos del cambio climático están provocando alteraciones en las corrientes marinas del Golfo de México, que repercuten a su vez en la disminución de algunas especies marinas tropicales y la llegada de otras provenientes de zonas templadas.

Expuso que junto con el aumento del nivel del mar y la inundación de las zonas costeras, la pesquería intensiva está ocasionando también la desaparición de especies de los litorales Península de Yucatán y Mar Caribe.

Son un tema que ha trascendido a nivel global, pero a la gente común en México parece no prestarle la suficiente atención y no le da importancia, lamentó.

El presidente de la asociación civil, que agrupa a expertos en planeación de pesquerías, acuicultura, taxonomía y estudiosos de la variedad de flora y fauna submarina, auguró que en no más de 20 años veremos los impactos del cambio climático si no se toman medidas para revertir esta situación.

Ernesto Velázquez citó la contaminación ambiental, como otro factor, ya que las descargas de aguas negras en el mar provocan serios daños al equilibrio ecológico e impactan de manera severa a la flora y fauna.

El presidente de la SIMAC condenó el uso indiscriminado de artes de pesca prohibidas que están mermando la variedad y población de especies de peces, por lo que recomendó a las autoridades costeras un mayor control.

Igual mencionó la presencia nociva del “pez león”, un depredador y extraordinario competidor que reduce el hábitat de las especies nativas, al comerse los huevecillos de los animales marinos depositados en los arrecifes.

El especialista dispuso como alternativas viables y que han dado resultados en otras entidades federativas la implementación de granjas acuícolas y jaulas flotantes para la reproducción y producción de diversas especies que tienen demanda en el mercado.

Como ejemplo, habló de las unidades acuícolas del estado de Chiapas, ubicada cerca de la presa Peñitas, que producen a gran escala tilapia y que representa una importante fuente de ingresos para los productores.

Al mismo tiempo, sugirió el uso de las jaulas flotantes como parte de las actividades de maricultura que se desarrollan en el norte del país y que pueden aplicarse en la región sur sureste.

En Yucatán ya se tienen algunas unidades acuícolas, sin embargo, apuntó, no se tienen producciones masivas, pero recordó que ya se realizan experimentos de cría de especies locales en estanques del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) y de la UNAM en el puerto de Sisal.

Tanto la acuacultura y la maricultura son verdaderas alternativas para la reproducción y producción de especies nativas que pueden ser utilizadas por las comunidades locales y de esa manera restaurar los ecosistemas marinos, puntualizó.

(Foto principal: archivo)

(Jesús Mejía)