Celestún, Yucatán.- Los estragos del calentamiento global en cuanto a cambios de temperatura y trastornos del medio ambiente, ya se resienten en la Biósfera de Celestún con el aumento de los afluentes de agua del mar a los manglares, que alteran el equilibrio de las aguas salobres y dulces de la zona.

Los responsables del cuidado del Parque Ecoturístico de Jaltún –de cuatro hectáreas– ubicado en los linderos de la Ría Celestún, José y Alfredo Rodríguez (padre e hijo) plantearon lo anterior y llamaron a los habitantes del estado y visitantes a poner de su parte para proteger las áreas naturales y el medio ambiente.

Indicaron que parte de las 50 mil hectáreas de manglares del corredor de Celestún muestran efectos del aumento del nivel del mar, ya que se filtran por riachuelos aguas salinas que alteran el delicado equilibrio de fuentes u ojos de agua dulce.

Como integrantes de una cooperativa de 10 familias explicaron que los humedales significan una barrera de protección ante los huracanes, por lo que se requiere su cuidado y conservación como lo establece la convención que se adoptó en la ciudad iraní de Ramsar en 1971 en el que el 90 por ciento de los Estados miembros de las Naciones Unidas acordaron medidas para cuidarlos.

Lamentaron que de la ría se filtren a los manglares corrientes de agua con plásticos y basura.

Por ejemplo, citó que en el caso de las aves, en México existen un mil 100 especies, de las cuales 555 aproximadamente han sido registradas en la Península de Yucatán y de esas 330 observadas en la Reserva de Celestún.

Ilustró que en esta época de invierno llegan centenares de aves migratorias que huyen de los ambientes gélidos de Canadá y Estados Unidos; exhaustas bajan a descansar en las embarcaciones de pescadores y en los manglares.

Alfredo Rodríguez, estudioso de la biodiversidad en flora y fauna, mencionó que en el mundo existen 56 especies de árboles de manglares, de las cuales cuatro se encuentran en México y son las que tiene Celestún.

Respecto al Parque Ecoturístico de Jaltún, informó que se trata de uno de los núcleos de estancia de aves migratorias y está dedicada a la protección silvestre, principalmente cocodrilos, mapaches, árboles y flora como las orquídeas.

El parque Jaltún, cuya delimitación se hizo hace 18 años para el cuidado y protección de cocodrilos, boas, iguanas y otros reptiles, así como de mamíferos, además de aves, abre sus espacios a las actividades de orientación en el cuidado ambiental tanto entre los visitantes nacionales y extranjeros como con grupos escolares.

Ubicado a unos 150 metros al oriente del embarcadero de la ría, el sitio representa uno de los espacios de mayor concentración de diversidad de la reserva dela Biosfera y virtual termómetro de lo que ocurre en la amplia diversidad biológica de la región.

(Jesús Mejía)