Mérida, Yucatán.- Las mariposas, primordiales en la polinización de las flores y en la cadena alimenticia, también son víctimas de la depredación en Yucatán por la tala inmoderada de árboles y la devastación de montes, planteó la bióloga y empresaria Guadalupe Conde Rivera.

Advirtió que pese a registrarse más de 400 especies de mariposas en el estado, éstas enfrentan situación de supervivencia por la ampliación de los terrenos para los hatos ganaderos, aunada a la destrucción de selva mediana, cuya madera utilizan para leña y la industria de la construcción.

La especialista recalcó la importancia de las mariposas en la floración mediante la polinización –al igual que las abejas–, además de que son alimento primordial de murciélagos, pájaros y roedores, de ahí la necesidad, dijo, de preservar la vegetación y el medio ambiente en general.

Indicó que la supervivencia de mariposas es tal que se han observado y registrados en territorio yucateco ejemplares de la Monarca procedente de los bosques de Canadá y Estados Unidos y que tienen su principal asentamiento en los verdores de Michoacán y Estado de México entre octubre y enero.

Conde Rivera es las pocas empresarias que han emprendido proyectos de reproducción sustentable, de tal manera que surte con capacidad de producción de mil ejemplares al mes a mariposarios de la Ciudad de México, Oaxaca, Veracruz y Quintana Roo.

Su empresa denominada “Mariposas del Sureste Mexicano” está ubicada en el municipio de Tizimín y reproduce larvas para la comercialización y repoblamiento de huertos y mariposarios, un sector que, apuntó, es prometedor.

De acuerdo con especialistas en lepidópteros del Centro de Investigación Científica de Yucaatán (CICY), de las 425 especies registradas, cinco y una subespecie son endémicas de la Península de Yucatán: Codatractus yucatanus, Epargyreus deleoni, Calephelis maya, Hamadryas julitta, Priamides rogeri y Battus philenor acauda, mientras que 11 especies son endémicas de México.

La mayoría de las mariposas diurnas de Yucatán son de amplia distribución, es decir, de las 425 especies encontradas aquí, todas se han registrado en otros sitios de la Península de Yucatán, en otros estados de México y en otros lugares de Norte, Centro y Sudamérica, además del Caribe.

Las mariposas han sido utilizadas como indicadoras de perturbación, así como de restauración de flora, debido a su estrecha relación con las plantas que las alimentan cuando son larvas y a su gran capacidad de respuesta a las alteraciones ambientales, pues resultan ser sensibles a cambios de temperatura, humedad y niveles de luz.

(Jesús Mejía)