Mérida, Yucatán.- En la atención a consumidores de drogas, el Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Mérida ha detectado un repunte en el consumo de cristal en municipios de Yucatán.

“La droga ilegal de mayor consumo es la marihuana, aunque estamos viendo con preocupación un incremento del consumo de cristal, una droga de diseño, una mentafetamina, que sí vemos que está creciendo, entonces que estamos focalizando el problema en algunos municipios y estamos trabajando en ello también”, dijo Víctor Roa Muñoz, director del CIJ Mérida.

“En 2017, el 1 por ciento de los pacientes que atendimos reportó consumir cristal; en 2018, en el primer semestre cerró con 4 por ciento, y ya durante el segundo semestre del año pasado estuvo cerrando entre 9 y 10 por ciento”, puntualizó.

Los principales municipios identificados son: Buctzotz, Ticul, Oxkutzcab y Chemax, entre una lista que involucra a más.

“En Mérida todavía no hemos visto un mayor incremento, pero no dudamos que haya también un consumo importante de esta sustancia”, acotó en entrevista.

No descartó una posible relación del fenómeno local con la migración; sin embargo, aclaró que datos de los CIJ arrojan que el consumo de cristal “está generalizado en todo el país”.

Puede coincidir en algunas comunidades o algunas ciudades con problemáticas muy específicas –continuó–, pero que se van estableciendo entre los consumidores de drogas como modas.

Refirió que hace “algunos años” Yucatán registró un aumento importante en la demanda de crack, incluso por arriba de la media nacional.

“Vivimos en un mundo globalizado donde las personas comparten información y, entonces, como que se van estableciendo y se van acentuando ciertas modas, ciertos patrones de consumo”, explicó.

El especialista consideró necesario permanecer “alertas” para informar y orientar principalmente a los jóvenes.

En 2018 el CIJ Mérida atendió a un total de 600 consumidores de diversas drogas.

Con la inminente regulación de la marihuana para uso recreativo, urgió a reforzar más la prevención con información y orientación basada en evidencia científica.

“Y tenemos que empezar a trabajar los modelos de reducción de riesgos y daños, respetando las libertades individuales de las personas que quieran vivir su vida como mejor les parezca, pero sin dañar a terceros, reforzando la prevención en menores de edad”, adelantó.

A nivel global, citó que solamente 1 de cada 5 usuarios de drogas recibe tratamiento.

Ante los recortes presupuestales y recursos cada vez más limitados, apeló a la creatividad de las instituciones y a buscar la corresponsabilidad de la ciudadanía.

(LectorMx)