Por: Adela Mac Swiney González

Gijón, España.- Finalista al premio Memorial Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón a la mejor primera novela de género negro por su novela “Hágase usted mismo”, el argentino Enzo Maqueira pretende profundizar en las grietas de la sexualidad masculina en un mundo en el que el feminismo está arrebatando todo.

A unas horas de fallarse el premio en esta cita cultural y popular que cumple ya 32 años en la ciudad asturiana del norte de España, Maqueira presentó su libro en el que como en los anteriores, sus personajes se cuestionan sobre cumplir o no el mandato de la masculinidad.

“Hágase usted mismo” versa sobre abandonarlo todo y huir. Irse al sur, a la Patagonia, a la casa donde el protagonista pasó los veranos de la infancia. Esa es la estrategia para dejar atrás una relación enfermiza que terminó de la peor manera y una vida que parecía encaminada pero que de pronto perdió sentido.

Lejos de la ciudad, en la desolación de un pequeño pueblo en medio del desierto, el protagonista intenta escribir el guion de una película como un modo desesperado de escapar de la mediocridad. Lleva un cuaderno, piensa tramas posibles, pero siempre se desvía de su objetivo: lo asedia el pasado, el recuerdo de una escena bochornosa, el hallazgo de una pistola escondida en la casa.

En este libro como en “Electrónica”, que se considera la novela de toda una generación, Maqueira vuelve a meter el dedo en la llaga y propone un relato despiadado, con aires de policial doméstico, acerca de los grandes mandatos de nuestro tiempo: la búsqueda desesperada de la felicidad, el reconocimiento y la trascendencia.

“El feminismo es una fuerza que está arrebatando todo y en algún momento los varones tenemos que vernos envueltos y ponernos a pensar como el patriarcado, el machismo, nos atrapó la cabeza. Pareciera que hay un solo modo de ejercer la sexualidad siendo varón, un modo falocéntrico, siendo nosotros los activos, pero ¿existen otras maneras?”, se preguntó.

Recalcó que “no somos conscientes de que el patriarcado también nos afecta, la sexualidad es un terreno a analizar, es el gran campo de batalla. Me gusta mucho trabajar ese tema y analizar si es verdad que los hombres son tan simples o las mujeres tan complejas o, si por otra parte, hay matices que no nos atrevemos a explorar”.

También lamentó el hecho de que se exacerbe el consumo en función de nuestras necesidades de ser feliz.

“El mandato de mi padre era trabajar para ser alguien en la vida pero el de las generaciones actuales no fue ni sobrevivir ni formar un hogar, de tal manera que el mandato imperativo de buscar la felicidad es lo que hace que nos volvamos un poco locos, que haya consumo de cuerpos, de emociones, las hemos elegido como una posible forma de alcanzar la felicidad al haberse caído diversas ideas como la del amor romántico o la de Dios”, explicó.

Volvió a hacer hincapié en que “estamos en una época en la que se habla del feminismo pero hay que hablar también de lo que significa ser varón en este mundo. “Si los varones nos animamos a salir de este mundo impuesto de la masculinidad , salirnos del falocentrismo y nos atrevemos a entregarnos realmente a una mujer, podremos ayudar lograr un mundo más justo”, concluyó.