Mérida, Yucatán.- Sin el despliegue y espectacularidad de movimientos tácticos y simulacros de otros años, y con escasa participación ciudadana, transcurrió en la capital yucateca el desfile cívico-militar conmemorativo al 209 Aniversario del Inicio de la Independencia de México.

En comparación con la concentración de la noche anterior que saturó los alrededores de la plaza grande, en esta ocasión el sitio se vio poco concurrido por familias que presenciaron el paso de la columna compuesta por cinco mil 113 militares, reclutas y estudiantes de 58 contingentes.

La austeridad llegó al desfile cívico militar ante la ausencia de ejercicios espectaculares de los batallones y pelotones de las fuerzas armadas, así como de policías locales, que en ediciones anteriores impresionaron al público.

A paso marcial se desplazaron los contingentes con sus estandartes y banderas en alto, así como los vehículos tanto del Ejército Mexicano y de la Armada de México como de las fuerzas de seguridad pública federales y estatales, sin demostraciones de fuerza ni grandes despliegues.

El gobernador Mauricio Vila Dosal y su familia; representantes de los otros dos poderes del Estado; el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, y comandantes militares, presenciaron la marcha desde el balcón central de palacio de gobierno.

El público recibió con aplausos al personal relacionado con labores de ayuda y auxilio en caso de desastres o accidentes como el H. Cuerpo de Bomberos, la Benemérita Cruz Roja Mexicana y los trailers y unidades de asistencia del plan DNIII de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Con el redoble de los integrantes de las bandas de guerra, caminaron durante una hora 20 minutos todos los grupos convocados.

En ese lapso, tres aviones de la Fuerza Aérea Mexicana surcaron los cielos en maniobras de exhibición.

El núcleo de marinos cerró la parada cívico-militar, que finalmente adquirió mayor aceptación popular con la presentación de la Banda Sinfónica del Ejército nacional que amenizó el ambiente con mambo, danzones y jaranas.

La víspera, la plaza grande se atestó de gente que presenció austeros fuegos artificiales, pero cantó y bailó al ritmo de La Arrolladora Banda Limón, el atractivo artístico de la velada musical.

(Jesús Mejía)