Mérida, Yucatán.- Con un pronunciamiento por mantener la batalla sin tregua a favor del planeta y la humanidad, la 17 Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz arrancó en la capital de Yucatán.

Organizadores, laureados y autoridades locales subrayaron en sus discursos que siempre es momento de la acción en busca de mejores condiciones de bienestar para las personas, en armonía con el medio ambiente y otros seres vivos.

Ekaterina Zagladina, presidenta del Secretariado del evento, ilustró que dejar la marca por la paz es entender que todos los seres humanos somos uno y que somos responsables de los otros.

“Dejar una marca por la paz es trabajar por la disminución de la pobreza y de la desigualdad, es la erradicación de toda forma de violencia.

“Dejar una marca por la paz finalmente es comprender que no sólo somos uno como seres humanos, sino que también somos uno con todos los seres vivientes y con la naturaleza que nos acompañan y nos sostienen en esta travesía vital, por eso debemos de cuidar nuestra tierra, por eso debemos respetarla y honrarla”, expresó.

Ante el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, y un grupo de laureados, lanzó un llamado para “hacer de la paz una forma de vida, la única que puede salvarnos de la destrucción”.

El arzobispo de Yucatán Gustavo Rodríguez Vega leyó un mensaje del Vaticano, con reflexiones y propuestas del Papa Francisco.

El ex presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en nombre de los laureados, lamentó que en diversas partes del mundo hay líderes empeñados en cerrar puertas y dar reversa a logros de décadas.

“Acuerdos de control de armamento nuclear, eliminados; migrantes tratados como delincuentes, guerras comerciales que tienen el vilo la economía mundial, las selvas amazónicas –el pulmón del planeta–, incendiadas ante la mirada permisiva de quienes deberían protegerlas.

“Es la historia de siempre: unos pasos adelante y otros atrás”, puntualizó.

Por ello, planteó la pertinencia de alzar la voz y decir al mundo que no desfallecerán en la búsqueda de la paz, la cual es de los pueblos y de los seres humanos con la naturaleza, con nuestra madre tierra.

“Por cada gobernante insensato hay millones de ciudadanos decididos a preservar la vida, a preservar la tolerancia, a preservar la convivencia.

“Por cada terrorista cegado por el odio, hay millones de hombres y mujeres, millones de jóvenes que quieren construir una sociedad justa donde se valore la diversidad como la mayor riqueza de la humanidad”, agregó.

El mandatario resumió que buscar la paz es defender la vida.

En alusión a la declaración “de unos cuantos excomandantes” que desertaron del proceso de paz y pretenden seguir en armas en Colombia, definió que “es preocupante pero no es una catástrofe”, ya que –aseguró– la inmensa mayoría de los antiguos combatientes y sus líderes, más del 90 por ciento, está cumpliendo la palabra empeñada y quieren vivir en paz.

“De eso se trata la paz, de cambiar las armas por la palabra; las balas por los votos. Cada vez que eso ocurre, la humanidad recupera una parcela en turno”, describió.

La activista guatemalteca Rigoberta Menchú Tun (en día especial en el sagrado calendario maya quiché: 10 energía de amanecer, según sus palabras), dijo que es oportunidad de renovar la agenda común por la paz, para animar a hombres y mujeres que desde sus trincheras: universidades, los campos y comunidades sigan luchando por la dignidad humana y del planeta.

“Decimos no a los crímenes de lesa humanidad, decimos no a las armas nucleares, decimos no a la intolerancia, la falta de respeto, al racismo, la discriminación y la valoración del ser humano como ser prodigioso”, expuso.

Igual condenó la “esclavitud contemporánea” que afecta la vida de jóvenes que hoy no encuentran trabajo.

“Pero también estamos aquí para renovar una luz de esperanzas, para dejar una huella de optimismo en el corazón de la juventud mexicana. Queremos entonces llamar a la juventud mexicana para que impulse sus distintas iniciativas por una relación más fraternal, más valorativa de su diversidad, sus culturas, sus idiomas y su creación en general”, acotó.

De la aportación de los laureados, afirmó que lo que vale no es la presea sino el compromiso de luchar contra aquellas cosas malas que hacen daño a la sociedad, a la madre tierra y a las futuras generaciones.

Liv Torres, directora ejecutiva del Centro Nobel de la Paz, habló de los laboratorios de paz y de los espacios en donde las palabras se traducen en acciones para resolver problemas y construir la convivencia pacífica.

Compartió que los talleres, foros temáticos y el trabajo de jóvenes, de los laureados y de gente con muchísima experiencia tienen un valor especial.

“Esto es necesario para el mundo, un mundo con una huella de polarización y radicalización. Y recuerden ustedes que jamás perdemos, ganamos o aprendemos, entre más aprendamos más ganaremos”, señaló.

El programa de la Cumbre Mundial de los Premios Nobel de la Paz, que contempla actividades de tres días, tendrá clausura el sábado y cerrará con el concierto “Yucatán for Peace” con Ricky Martin, en el Monumento a la Patria, a las 20:30 horas.

(LectorMx)