Por Adela Mac Swiney González

San Sebastián.- El año 1936 volvió a hacerse presente en la 67 edición del Festival de Cine de San Sebastián con otra historia vinculada a la Guerra Civil española, “La trinchera infinita”, inspirada en hechos reales y dirigida por Jon Garaño, Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga, vascos que ya lograron diversos galardones primero por “Loreak” y luego por “Handia”, y compitiendo de nuevo por la Concha de Oro de este certamen.

Los reconocidos actores españoles, Belén Cuesta y Antonio de la Torre protagonizan esta historia dirigida a seis manos en la que los personajes Higinio y Rosa viven el estallido de la Guerra Civil a pocos meses de casados y entonces, la vida de él pasa a estar seriamente amenazada.

Con ayuda de su mujer, Higinio decide utilizar un agujero cavado en su propia casa como escondite provisional y el miedo a las posibles represalias, así como el amor que sienten el uno por el otro les condenará a un encierro que se prolongará durante más de 30 años.

La víspera, el cineasta hispano-chileno Alejandro Amenábar trajo a las pantallas del festival donostiarra otra historia ambientada en la Guerra Civil española: “Mientras dure la guerra”, que hace hincapié en los hechos del 12 de octubre de 1936, una confrontación entre Miguel de Unamuno y el fascista José Millán-Astray en la que le pensador deja clara su idea de “Venceréis pero no convenceréis”.

“La trinchera infitnita” narra la historia de un topo, el drama de uno de aquellos perseguidos por el franquismo que pensaron que lo mejor que podían hacer era encerrase en sus casas a esperar tiempos mejores.

Goenaga, uno de los directores del filme, señaló que el planteamiento de “La trinchera infitnita” fue que la historia se contara desde el punto de vista del encerrado, del que no puede salir del encierro, “30 años de historia de un matrimonio, pero también 30 años de historia de un país y como ese miedo, ese encierro, va condicionado a estos personajes en su relación”.

Por su parte, Jon Garaño afirmó que la película pretende ser una alegoría sobre el miedo y de hecho, el personaje principal, Higinio, se esconde en su casa por el miedo y si está tantos años escondido es también por el miedo .

Recalcó que “todos tenemos miedo a algo, es algo muy universal, algunos a dejar el trabajo, otros a salir del armario, da igual”, a lo que Arregi precisó que el objetivo fue siempre crear “un diálogo entre el pasado y el presente” y que el espectador de hoy “vea que las ropas cambian, pero las inquietudes humanas son siempre las mismas”.

En el complejo arquitectónico del Kursaal, la actriz Belén Cuesta consideró que en esta película hizo uno de los papeles más importantes de su vida. “Queríamos honestidad y verdad, fundamentales para contar la historia”, añadió.

A su vez, Antonio de la Torre, quien ya revivió en “La noche de 12 años” el encarcelamiento del expresidente uruguayo José Mujica, afirmó que luchó contra la claustrofobia “buscando en las tripas y sostuvo que no hay fórmula para actuar eso.