Mérida, Yucatán.- Sin más pretensiones que la de resguardar testimonios y memoria de los episodios de violencia ocurridos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, expertos del INAH elaboraron el Códice de Ayotzinapa.

Félix Galván Díaz, docente de la Facultad de Literatura y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, presentó la recopilación de relatos, al estilo de escritos precolombinos como parte del Congreso Interuniversitario de Estudios Literarios y Linguísticos.

La Sala del Consejo Universitario sirvió para la proyección de imágenes, mostrar el Códice Ayotzinapa y resaltar la importancia esta práctica al estilo de los antiguos pobladores prehispánicos.

El ponente mencionó que los testimonios fueron capturados y recreados en dibujos en seis metros de largo y un metro 20 centímetros de ancho en papel especial a cargo de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como un reclamo adicional de justicia.

Se trata, dijo, de un “memorial de agravios cometidos por el virrey Enrique Peña Nieto en la Neo Nueva España en contra de sus súbditos, y principalmente los pueblos originarios”.

Indicó que este documento ha sido exhibido en otros estados del país con el fin de llamar la atención y preservar la memoria de lo sucedido, independiente al curso de las indagatorias reiniciadas en este gobierno federal con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El gobierno y la CIDH pusieron en marcha en marzo pasado un nuevo mecanismo de colaboración para llegar a la verdad sobre la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos en 2014.

“El virrey ha retornado a las ‘guerras floridas’ para capturar prisioneros, como los 43 guerreros águilas y jaguares del Calmecac de Ayotzinapa, actualmente rehenes del déspota”, se lee en otro fragmento del texto.

Se acusa a dicho virrey de la “entrega del oro, la plata y otros minerales estratégicos a los imperios de América del norte y de las Europas, desplazando a comunidades enteras y asesinando a sus líderes, pero también contaminando al agua y la madre tierra”

Un grupo de 10 investigadores del INAH viajó a finales de octubre de 2014 al estado de Guerrero, entre ellos Felipe Echenique March, Juan Manuel Sandoval Palacios y Gilberto López y Rivas para entrevistarse con familiares afectados y acordaron este material más como un documento cultural.

(Jesús Mejía)