Por Jesús Mejía

Mérida, Yucatán.- Crítica es la situación de las comunidades mayas y campesinas de Quintana Roo y Yucatán debido al paso de la tormenta tropical “Cristóbal”, ya que no existen recursos del Fonden para atender al campo, vivienda e infraestructura vial, admitieron los gobernadores de ambos estados.

Carlos Joaquín González, de Quintana Roo, y Mauricio Vila Dosal, de Yucatán, compartieron lo anterior en conferencia de prensa y que sus gestiones ante el Fondo Nacional para la Atención de Emergencias (Fonden) del gobierno federal han sido infructuosas.

Explicaron que los evaluadores de esa instancia manejan criterios que no corresponden a los impactos de las inundaciones y torrenciales lluvias de hace un mes, por lo que no se prevén recursos económicos en esos tres renglones.

Demandaron de manera pública a la Federación que sea sensible a las necesidades y situación que enfrentan pobladores de 64 municipios de Yucatán y 4 de Quintana Roo, la mayoría en situación vulnerable y de origen indígena que perdieron cultivos de autoconsumo, vieron anegadas sus casas y arrasados enseres domésticos.

Después de sostener un encuentro en el Centro Internacional de Congresos de Mérida, los mandatarios fijaron una posición conjunta en la que hubo coincidencias en cuanto a que los siniestros ocurrieron entre la gente más necesitada.

Vila Dosal cuantificó en cuatro mil 200 millones de pesos las pérdidas en general, principalmente en el sector agropecuario, con 95 mil hectáreas devastadas y el 85 por ciento de las siembras con valor comercial a los dos mil 72 millones de pesos.

Nueve da cada 10 habitantes del campo, puntualizó, viven del autoconsumo.

La situación es crítica para las familias, pues el Fonden no dispuso recursos emergentes, ya que existe un rubro en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) denominado Fondo del Cambio Climático y Desastres; sin embargo, no tiene dinero asignado.

Añadió que su gobierno igual reportó daños en 16 mil 861 viviendas por mil 686 millones de pesos, así como en infraestructura vial por 237 millones de pesos.

En ambos conceptos, reprochó, los evaluadores sólo reconocen daños estructurales provocados por huracanes y terremotos, de ahí que fueron rechazados los planteamientos.

De nuevo pidió a la Federación considere un apoyo económico de seis mil a 12 mil pesos para cada familia con el fin de que puedan reparar daños en sus viviendas.

Lamentó que los mismos argumentos también se recibieron en vialidades de 20 metros de ancho con banquetas dañadas, de las que en Yucatán no hay ninguna con esas características.

En un tono ya de exasperación, Vila Dosal afirmó que ya se encendieron los “focos rojos” por las reglas de operación del Fonden, y consideró necesaria su revisión y actualización conforme a la experiencia que puedan aportar los estados del sureste mexicano.

En el mismo tenor, su homólogo de Quintana Roo detalló que en los municipios de Benito Juárez, Felipe Carrillo Puerto, Morelos y Othón P. Blanco, las pérdidas sumaron más de 775 millones de pesos en diversos conceptos, la mayor parte también en el campo (250 MDP).

Compartió haber participado en reciente reunión con senadores sobre la viabilidad y futuro del Fonden, en donde la mayoría de los asistentes convergieron en la pertinencia no sólo de preservar dicha figura de apoyo, sino de fortalecerlo.

Joaquín González expuso que son similares las afectaciones de su estado a las de Yucatán, por lo que reclamó a la Federación sea sensible y corresponda a las necesidades urgentes de los damnificados.

Ambos abordaron luego el tema de la recuperación económica en la actual pandemia del coronavirus (Covid-19).

Vila Dosal admitió que el panorama en Yucatán no es nada alentador, y citó que con la influenza, el estado tardó ocho años para recuperar los empleos que se tenían antes.

Hizo suyo el doble enfoque: por un lado, la reactivación económica y, por el otro, la protección de la salud.

Llamó a la población a mantener las medidas de prevención y advirtió que, de multiplicarse los casos y saturarse los hospitales, podrían cerrarse nuevamente los negocios y dejar únicamente abiertas las actividades esenciales.

El gobernador de Quintana Roo comentó que cerca de seis mil 400 empresas del ramo turístico ya lograron el reconocimiento sanitario para iniciar operaciones.

Aceptó que este año la recuperación del sector turístico, en particular el hotelero de Cancún y de la Riviera Maya, así como en todo el estado, sería del 30 por ciento, de tal forma que la normalización plena podrá alcanzarse hasta fines del 2021.

(LectorMx)