Por Adela Mac Swiney González

Gijón, España.- La pandemia del coronavirus Covid-19 constituye una de las amenazas al sexo táctil más grande que ha vivido la humanidad, afirmó el cineasta y escritor David Trueba, al participar en la XXXIII edición de la Semana Negra de Gijón, norte de España.

“Supongo que en otras situaciones de epidemia, como la de la peste también tendrían la sensación de que nada no volvería a ser igual que antes, pero no tenían el audiovisual y el estímulo audiovisual es tan potente que puede llegar a sustituir el estímulo carnal”, dijo.

Por primera vez, Trueba, director de películas como “Soldados de Salamina”, “Madrid, 1987” o “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, estuvo en la Semana Negra de Gijón.

“No me habían invitado, pero además, yo no he hecho nunca literatura negra como si hubiera un sello, pero en mis novelas hay crímenes sin resolver, delitos, faltas, pero de ahí a escribirlo al género, no.

Siempre me he sentido estúpido en un género, parece que el género tiene unos condicionantes que te obligan a resolver los asuntos de una manera, y la vida es un cruce de géneros”, dijo.

Además de hablar de su último libro “El río baja sucio”, en el que las vacaciones de dos amigos cambiarán sus vidas para siempre, sostuvo un debate con jóvenes en torno a otro de sus libros, “La tiranía sin tiranos”, que es lectura obligatoria en el bachillerato en España.

El también guionista y periodista denunció el excesivo individualismo de la sociedad y apuntó que no culpa a los políticos de ser oportunistas porque tienen que someterse al examen de los ciudadanos en cada una de las elecciones y eso les condiciona, pero “el tirano no necesita imponerse por la fuerza por le basta con seducir”.

“Todos somos responsables del tiempo en el que vivimos”, puntualizó y añadió que “la clave de nuestro tiempo es convertir el discurso, muchas veces políticamente correcto, en acciones”.

Al volver al tema de la pandemia por el coronavirus Covid-19, aseguró que ha profundizado en la paradoja social y política, al disociar aún más los discursos de las acciones, haciendo más difíciles “los “tiempos de desamparo que veníamos viviendo”.

“La pandemia ha sacado a la luz discursos de solidaridad y ternura en las redes sociales y a la vez acciones que no se corresponden con ellos. Hay como dos vidas, una que tiene que ver con la imagen pública y los discursos y otra en las acciones, que es donde debe residir el verdadero compromiso”, insistió.

Trueba, quien trata de ser libre, no tener ataduras, y por el mismo principio no firma contratos por anticipado ni contrajo matrimonio, aseveró que una de las características del ser humano es que siempre piensa que el tiempo se corresponde con el suyo biológico, que todo pasa por primera vez y acaba con ellos.

“Hemos vivido una nueva religión de la tecnología y de un modo claro se ha visto que no resuelve todos los problemas del ser humano”, acotó.