Mérida, Yucatán.- Durante dos décadas, la escuela Ameyali formó a generaciones de yucatecos principalmente del corazón de la colonia Chuburná, pero hoy sus puertas se cerraron para siempre: las deudas y la crisis económica causada por la pandemia de Covid-19 la asfixiaron.

Aunque el cierre se veía venir como el colofón de una serie de problemas económicos que le impedían cumplir con sus compromisos, como por ejemplo, el pago de salarios de los profesores, la poca matrícula y la baja en ingresos a causa del impago de colegiaturas de los últimos meses del curso escolar pasado, la ahorcaron.

Recientemente, los propietarios del plantel pusieron a la venta el colegio, tal como puede verse en una publicación de las firmas de bienes raíces Baruck, Mérida Inmobiliaria e ICasas, que desde hace varias semanas ofertan el plantel.

El final de esta escuela es un síntoma de la mala situación económica no sólo local sino mundial, a consecuencia de la pandemia, pues la desaparición de negocios se está convirtiendo ya en un mal crónico de varios rubros.

En el caso del sector educativo, recientemente trascendió que al menos cuatro escuelas particulares ya habían “bajado sus cortinas” al no resistir la falta de ingresos porque muchos padres de familia, que se quedaron sin empleo, dejaron de pagar las colegiaturas.

Hace unos días, Elías Dájer Fadel, presidente de la Asociación Mexicana de Escuelas Particulares en Yucatán AC (Amepac), declaró al periódico Novedades Yucatán que aunque la crisis en los colegios de paga es generalizada y que muchas empresas que tienen la capacidad, buscan alternativas; sin embargo, cuatro planteles -de los 260 que son socios- “van a suspender operaciones o van a cerrar permanentemente”.

Días después, comentó que la cifra de escuelas en riesgo de cerrar “aumentó” a siete.