Mérida, Yucatán.- Activistas a favor del medio ambiente llamaron a la sociedad a contribuir en la conservación de los santuarios del flamenco rosado en la Península de Yucatán, donde se calcula existen 32 mil ejemplares, los que enfrentan amenazas externas sobre su hábitat y los ecosistemas.

Irene Ku Doporto y José Luis Quiroz, integrantes de la Fundación Pedro y Elena Hernández, expusieron la importancia del flamenco rosa (Phoenicopterus ruber ruber) en las acciones de instituciones académicas y organismos privados para su protección por ser emblemática de la región y su interacción con otra fauna.

La responsable de educación ambiental de la asociación civil advirtió que la contaminación de suelos y aguas, así como las presiones a los cambios en las áreas donde viven y visitas no controladas del turismo representan un riesgo para el flamenco rosa, la más vistosa y conocida de las seis existentes en el mundo.

Las principales zonas de anidación y alimentación son las reservas de las biósferas de Ría Lagartos y Celestún, Yucatán, los Petenes de Campeche y de Protección de Flora y Fauna Yum Balam, Quintana Roo, donde la fundación aplica el Programa de Manejo y Conservación del Flamenco del Caribe en la Península de Yucatán.

Está en marcha un proyecto de colocación de dispositivo GPS en flamencos, ya que se ha detectado que no sólo se trasladan de Ría Lagartos a Celestún, sino que también emprenden viajes más largos a la isla de Cuba e incluso a la Península de Florida, Estados Unidos.

En cuanto a preservar el hábitat, José Luis Quiroz mencionó que el flamenco comparte aguas someras. Tan sólo en Ría Lagartos están catalogadas más de 320 especies de aves, de las cuales 179 son residentes y 142 migratorias, además de que existen 523 especies de plantas.

En el sitio también se han registrado 58 especies de mamíferos, de los cuales están en peligro de extinción el mono araña (Ateles geoffroyi), el jaguar (Panthera onca), el ocelote (Leopardus pardalis), el tigrillo (Leopardus wiedii), la onza (Felis yagouaroundi) y el oso hormiguero (Tamandua mexicana).

Los anfibios y reptiles en el mismo sitio suman 95 especies, entre los que destacan cuatro tipos de tortugas marinas que llegan a la costa a desovar: caguama (Caretta caretta), verde (Chelonia mydas), laúd (Dermochelys coriacea) y la carey (Eretmochelys imbricata), precisó.

Respecto de los efectos de la pandemia, Irene Ku describió que si bien ha implicado reducción en la movilidad de las personas, también ha significado la recuperación de espacios para la fauna, toda vez que han sido vistos flamencos en carreteras y especies de mamíferos y reptiles cerca de áreas habitacionales.

Ante las tormentas tropicales, huracanes e intensas lluvias de 2020, que ocurrieron fuera de la época de anidación, los flamencos buscaron otras zonas para su protección dentro de los humedales, puntualizó.

Respecto al tráfico de aves, del que autoridades reportaron en noviembre de 2020 un aseguramiento de seis flamencos rosados en el aeropuerto de Mérida, la especialista opinó que se trata de un hecho aislado, ya que los ciudadanos y turistas son exhortados a cumplir con las normas de protección.

Refirió que la fundación trabaja en la investigación y monitoreo de la especie, en educación ambiental y en participación social. Junto con biólogos de otras instancias, colabora en el anillamiento de ejemplares para dar seguimiento a sus ciclos de vida.

En comunidades cercanas a las reservas naturales de El Cuyo, Las Coloradas y San Felipe, al igual que Ría Lagartos y Celestún han llevado pláticas a niños y jóvenes para crear conciencia en la protección de los recursos naturales, particularmente de las especies de flora y fauna de la península de Yucatán.

Aunada a esa labor han apoyado en la esterilización de perros y gatos, estos últimos altamente invasivos y que propiciarían problemas en las áreas naturales protegidas.

La fundación es una organización sin fines de lucro que impulsa proyectos de conservación de la biodiversidad y de educación y cultura ambiental, en alianza estratégica con la UNAM, Campus Sisal; Colegio de la Frontera Sur; Cinvestav del IPN; Industria Salinera Yucateca y Fundación Bepensa.

(LectorMx)