Mérida, Yucatán.- La luna llena de mañana Domingo de Ramos nos regalará sendos espectáculos en el amanecer y atardecer en las ciudades mayas más importantes de la Península de Yucatán, en una sucesión de fenómenos arqueoastronómicos nunca antes documentados.: 

Kukulcán mujer descenderá por las escalinatas del Castillo de Chichén Itzá, entre las 3:00 y 5:00 de la madrugada, y aunque a esa hora no estará completamente llena debemos tomar en cuenta que, en realidad, la plenitud dura escasos minutos. Siempre podremos considerar el plenilunio unas horas antes y unas horas después de que se da.

Por la tarde, en la ciudad maya de Dzibilchaltún, Selene atravesará la puerta principal del Templo de las 7 Muñecas, un fenómeno descubierto por el astrónomo Eddie Salazar Gamboa y el arqueólogo Víctor Segovia Pinto.

Lo extraordinario es que la Luna no será la única protagonista de lo asombroso, porque también estará el Sol; no lo decimos porque sea quien, con su luz, esté detrás de todo, sino porque tendrá su propios “shows” tempranero y diurno, exactamente al contrario de Selene.

Y es que, pocos minutos después de la bajada del Kukulcán lunar en Chichén Itzá, cuando  Kin “se levante” sobre el horizonte, en Dzibilchaltún atravesará el Templo de las Siete Muñecas. Por la tarde, su luz dibujará el geométrico cuerpo de la “Serpiente Emplumada” sobre la escalinata del Castillo en la ciudad sagrada de los Itzaes. Recordemos que Selene estará en Dzibilchaltún.

Aunque se conocían los 4 fenómenos, nunca antes se había establecido una fecha en la que ocurrieran el mismo día, con tan sólo unas 12 horas de diferencia; el descubridor de esta “coincidencia”, el astrónomo Eddie Salazar, tiene la hipótesis de que marca el inicio de un calendario religioso maya, tal como lo tienen otras religiones en el mundo como la judía o la china.

En todos los casos, los calendarios de las congregaciones religiosas se “marcan” en el gregoriano, que es, digamos el civil en el mundo occidental; para fijar las fechas del inicio y la conclusión de estos almanaques se usan los fenómenos astronómicos.

Por ejemplo, en el caso de las religiones judía y cristiana, la primera luna llena después del equinoccio de primavera es clave para fijar la Semana de Pascua; el calendario chino, utiliza la luna nueva de febrero para marcar el inicio de su año. En todos estos casos, los comienzos “se mueven” porque los fenómenos también lo hacen.

Según Eddie Salazar, esta “coincidencia” de mañana, 28 de marzo, también “se moverá” a otro día del calendario civil el próximo año, de acuerdo con la fecha en que ocurra la luna llena que siempre se da durante la Semana Santa católica.