Mérida, Yucatán.- Ante el encierro que obliga la actual pandemia, el cultivo y colección de plantas desérticas, particularmente de las cactáceas y suculentas, se ha convertido en una motivación o terapia para las familias.

Son cada vez más los habitantes que acuden a los viveros especializados en busca de ellas

Tienen alta demanda las suculentas, de las que los botánicos han contabilizado más de cuatro mil especies en el mundo y en América se registra la mayor parte.

Un auténtico museo natural de especies vivas constituye el “Vivero Ideas Verdes”, ubicada en la colonia Yucalpetén de Mérida, que se ha convertido en un referente por su incontable colección de miniaturas, todas ellas de tallas que no rebasan los 10 centímetros de altura.

Resulta difícil escapar de ese entorno y variedad de ejemplares de los desiertos mexicanos, que han despertado curiosidad y no pocos han sido cautivados por su textura, geometría, color y variedad.

Samuel Estrella, director del sitio, informó que esas especies vegetales provienen de las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), por ser catalogadas en peligro de extinción, de ahí que están protegidas por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Los ejemplares son cultivados en los UMAS de los estados de México, Puebla y Morelos y que tienen su origen en plantas nativas de las zonas desérticas del norte de la república.

En Yucatán, dijo, hay creciente interés por coleccionar como plantas de ornato a las suculentas y cactáceas, sobre todo en estos tiempos de pandemia, ya que son parte de una especie de terapia ocupacional, en la que expresan alegrías y emociones cuando ven brotar botones y flores de gran colorido.

Samuel destacó el auge actual que tienen esas plantas desérticas que hace más de dos décadas.

Entonces, nadie las tomaba en cuenta y ahora no sólo han suscitado el interés de compradores al menudeo y mayoreo en mercados nacionales e internacionales, sino que también forman parte del tráfico ilegal.

De hecho, organizaciones ambientalistas denunciaron hace una década que algunas plantas cactáceas de las dunas del estado de Yucatán han sido saqueadas y comercializadas en cadenas hoteleras de la Riviera Maya.

El joven empresario comentó que en Yucatán también se da este tipo de plantas; sin embargo, dijo, las condiciones de clima y tierra son distintas a las de los desiertos del país donde se dan en mayor número.

Existen miles de especies de suculentas, clasificadas en varias familias, la mayoría de ellas pertenecientes a las aizoáceas, las cactáceas, las crasuláceas y a las euforbiáceas, con más de mil tipos cada uno.

No se dispone de cifra definitiva sobre las especies de suculentas, ya que éstas son manejadas y polinizadas artificialmente para dar lugar a ejemplares híbridos que constituyen nuevas variedades en tamaños, colores y formas, lo que hace ampliar su número.

El entrevistado afirmó que las familias yucatecas pueden disponer de esas plantas desérticas en condiciones de sol y humedad necesarias para su subsistencia en pequeñas macetas con tierra, un componente con sustrato especial compuesto en un 80 por ciento por minerales y el resto por sustancias orgánicas.

Son varios los viveros de Mérida que ofrecen amplia gama de plantas desérticas, y juntos organizan una magna exposición a presentar en el mes de abril para difundir la riqueza y variedad de esas miniaturas de la naturaleza.

Además del Vivero Ideas Verdes, también disponen de este acervo La Casa de los Cactus y los viveros El Saguaro y “Moguel González” de las colonias José Sarmiento, López Mateos y Azcorra, respectivamente.

(LectorMx)