Mérida, Yucatán.- Con escasos triunfos en Yucatán, la dirigencia local de Morena salió a celebrar “el resultado favorable” de las elecciones del pasado domingo, pero decidió guardar silencio sobre el impacto negativo de la división interna, de la imposición de candidatos y de las fracasadas operaciones del delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Ovidio Peralta Suárez.

Mientras en el país el presidente Andrés Manuel López Obrador subrayó la tranquilidad con que se llevaron a cabo los comicios, vigilados por la Guardia Nacional, Mario Mex Albornoz, presidente del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) de Morena, se quejó de una “elección de estado”, sin más sustento que la fotografía de una persona lesionada con arma de fuego en Chemax en días previos a la jornada electoral.

Los “otros datos” Morena son que en siete municipios prácticamente tiene asegurada la victoria, en dos distritos federales (el 2, con candidato del PVEM y el 5 con una exmilitante del PRI) y la diputación local del distrito 8 de mayoría, que aunada al cálculo de representación proporcional le permitiría llegar a cuatro escaños en el Congreso local, el mismo número que logró en 2018.

Sin embargo, Mex Albornoz señaló que el aspirante perdedor Óscar Brito Zapata ha iniciado una batalla legal con recuento de votos y de casillas en el Distrito Federal 3 para tratar de revertir las cifras oficiales que favorecen a Rommel Pacheco Marrufo, que contendió con las siglas del PAN.

“No estamos aquí justificando ninguna derrota, simplemente estamos haciendo el balance de cómo nos fue…”, alegó en conferencia de prensa.

“Hay algunos municipios en donde todavía se está dando la defensa de la democracia y de la votación porque en Maxcanú, por ejemplo, Cuzamá, en Hoctún y varios otros lugares debido a las irregularidades cometidas, a veces por los Ayuntamientos o por gente del PRI y del PAN, el resultado es incierto y en muchos sentidos la tendencia es favorable hacia Morena”, dijo.

Del retroceso que sufrió Morena en Valladolid y la inconformidad de la militancia contra el tabasqueño Peralta Suárez, Mex Albornoz se negó a emitir una reflexión pública.

“En el caso de la autocrítica, esa la realizaremos al interior de nuestro movimiento. Vamos a analizar bien qué es lo que pasó; seguramente en muchos lugares se debió a que en muchos lugares no hubo un trabajo coordinado entre los candidatos y el Comité Ejecutivo Estatal a pesar de que se les buscó, se trató de estar en mancuerna con ellos, pero muchos decidieron irse por la libre…”, contestó.

“Y del tema de los delegados o el delegado, ahí quienes lo nombraron tendrán que analizar sus resultados y son responsables las personas que lo nombraron…”, reviró.

A pregunta concreta argumentó que “aquí no vinimos a hablar de fracturas…”, y lo desvió a la “elección de estado” que, según remarcó, se experimentó en Yucatán.

“No es un carro completo del PAN, es un carro completo del fraude electoral…”, definió.

Con respecto a Progreso, comentó que por “las inconsistencias graves” el malestar de la gente se desbordó y estimó que continuarán las protestas.

Aunque rechazó tocar los conflictos con el Comité Ejecutivo Nacional, el dirigente yucateco reconoció que desde abril se suspendieron los pagos a trabajadores e integrantes del CEE y sigue el adeudo respectivo.

“No hay prerrogativas estatales, estamos procurando resolver eso…”, aceptó.

Mex Albornoz reveló que sin dinero, incluso con préstamos, se avanza “lentamente” en la defensa jurídica de las elecciones.

“No tenemos recursos y no te puedo decir que vamos a abarcar los 106 municipios”, acotó.

Estuvieron presentes otros miembros del CEE: Rosalía Pool Pat, Elonaí Contreras Soto, Enrique Fleites Arcila y Alberto Nolasco Sosa, secretarios general, de finanzas, de comunicación y de asuntos indigenistas, respectivamente.

(LectorMx)