Oculto por más de 400 años
Mérida, Yucatán.- Investigadores e historiadores de la UADY presentaron el hallazgo de un documento-croquis de la Catedral de Mérida que data de 1574, posiblemente el más antiguo de las catedrales del país, con pistas que podrían conducir al sepulcro de Francisco de Montejo El Mozo, el conquistador de Yucatán.
Se trata de un conjunto de unas cien fojas denominado “Litigio de León Cabrera” hallado hace unos seis meses en el Archivo General de la Nación en el curso de unos estudios de consulta realizados por especialistas de la Universidad Autónoma de Yucatán, quienes dieron a conocer en rueda de prensa el descubrimiento que es, afirmaron, trascendental para la historia nacional.
Los investigadores Víctor Hugo Medina y Ángel Gutiérrez Romero explicaron mediante gráficas y proyección de imágenes el contenido del documento, el cual se deriva de una disputa legal por la posesión de un espacio de criptas entre dos personas ocurrida en esa época. El croquis fue elaborado para presentar gráficamente la distribución de las sepulturas.
Este croquis, indicaron, podría ser el más antiguo de una catedral novohispana hallado hasta ahora y permitirá estudios para la arqueología, la arquitectura, las devociones, las costumbres, funerarias hispanas, las prácticas elitistas novohispanas, la religiosidad, la jerarquía eclesiástica, entre otras materias.
Recordaron que la Catedral de Yucatán con advocación a San Ildefonso fue construido entre 1562 1599 con la autorización del Papa Pío IV y petición del rey Felipe II, por lo que es la primera de su tipo levantada en la América continental (tierra firme), y también la más antigua de México. Sólo la Catedral de Santo Domingo es más antigua que la de Yucatán.
“El documento nos muestra el lugar donde escogió su asiento y sepultura doña Andrea del Castillo, esposa de Francisco de Montejo el Mozo. Era común que las sepulturas fueran familiares encabezadas por un conquistador que de acuerdo a su importancia ocuparía un espacio. Este dato podría dar pistas en torno de la última morada del conquistador”, destacó Medina.
A la fecha se desconoce el lugar donde fue inhumado el cuerpo del conquistador de Yucatán y fundador de Mérida, dijo el historiador, quien parafraseó un breve escrito de Justo Sierra O´Reilly: “sus restos fueron depositados en la capilla de San Francisco, por no haberse concluido la Catedral, en donde se colocaron más adelante, aunque ya no aparece el sitio”.
De acuerdo con el documento que se encuentra en el Archivo General de la Nación, en la Catedral también se encuentran los restos de otros personajes que contribuyeron a la conquista como como Antonio Maiorga, Fernando de Castro Polanco, Melchor Pacheco, Francisco Pacheco, Joan de Magaña, Jerónimo de Castro, Fernando de Bracamonte, Luis de Santa Cruz, Nuño de Castro y Cristóbal de Rojas, entre otros.
El documento confirma que en 1588 la Catedral ya se utilizaba para el culto pues en el expediente que contiene el croquis se habla de actos litúrgicos como la misa y prácticas religiosas como los homenajes a los muertos ya enterrados.
“Muestra la disposición de las primeras sepulturas y asientos de la Catedral con los nombres de los dueños. Nos muestra gráficamente la posición de los primeros altares de Catedral: el Altar de Nuestra Señora por el lado izquierdo, el altar mayor en el centro y el altar del lado derecho dedicado a San Cristóbal”, dijo a su Gutiérrez.
“Nos muestra el asiento del gobernador y de los oficiales reales ubicados en el altar mayor, espacios especiales para las autoridades en aquellos tiempos en que la iglesia y la monarquía eran aliados. Muestra también el lugar donde estuvo el coro del cabildo de Catedral, en medio de la nave principal”, indicó.
Los investigadores mencionaron que proseguirán con el estudio y análisis del referido documento, cuyos resultados darán a conocer posteriormente en una publicación.
Al respecto, el director del Archivo de la Arquidiócesis de Yucatán, Héctor Augusto Cárdenas, y la directora de la Facultad de Antropología de la UADY, Celia Rosado, se congratularon por el hallazgo por la relevancia de la información que aportará más datos a la historia de Yucatán, de su iglesia y de la sociedad de la época novohispana.
(Jesús Mejía)