Por un lado, tenemos en el cuerpo varios extras opcionales, es decir, es bueno tenerlos, pero no son estrictamente necesarios.

Muchos, por ejemplo, vivimos sin las amígdalas que, aunque protejen de una invasión bacteriana a las vías respiratorias, dejan de ser tan importantes después de los tres años de edad.

No sólo eso sino que, precisamente por su papel, pueden infectarse fácilmente, y es por ello que cuando el problema es recurrente, son extirpadas. Sin embargo, su ausencia no afecta la respuesta inmunológica del organismo.

Otro parte prescindible del cuerpo es el apéndice, que no cumple ninguna función conocida en los seres humanos. La evidencia indica que a nuestros ancestros les servía para digerir alimentos duros, como la corteza de un árbol, pero en la actualidad no lo usamos.

Algunos científicos piensan que desaparecerá. No obstante, el apéndice es rico en células linfoides que combaten infecciones, por lo que podría tener un rol en el sistema inmunitario.

Pero tenga o no una función, te lo pueden sacar sin que te afecte negativamente.

A diferencia del apéndice, la vesícula, ese pequeño saco verde con forma de pera que se esconde tras el hígado, sí es útil. Se encarga de almacenar la bilis que ayuda a digerir los alimentos.

No obstante, cuando causa muchos problemas, generalmente por los notoriamente dolorosos cálculos biliares, la vesícula se elimina y, aunque se han reportado casos de diarrea e hinchazón tras consumir comida picante o grasosa, la mayoría vive feliz sin ella.

Por otro lado, mucho del aparato reproductivo, tanto de las mujeres como de los hombres, a pesar de ser esenciales para crear vida, no son vitales.

Ni los testículos, ni los ovarios, ni el útero, ni la próstata son necesarios para vivir.

Un misterio ha acompañado por mucho tiempo a los humanos: los pezones de los hombres.

Sabemos que en las embrionarias tempranas no hay diferencia de género, por lo que todos los fetos tienen pezones. Pero los de los hombres son vestigiales, o sea que no tienen función. Sin embargo, sus tejidos pueden formar tumores tan fatales como los de las mujeres, lo que explica que algunos piensen que se podría prescindir de ellos.

(Información completa: bbc.com/mundo)