Cuando la cantidad de cabello que queda en el cepillo es mayor que la que hay en la cabeza, empiezan a sonar todas las alarmas.
No hay cura para la calvicie y, quizás lo más injusto, es que se trata de una señal de envejecimiento que no ocurre a todos por igual.
Ahora, la ciencia parece estar más cerca de dar con una solución, pues por primera vez detectaron al responsable de que el cabello se haga más fino y con el tiempo se caiga.
Las culpables son las células madre de los folículos del cabello. Cuando se dañan con la edad, se convierten en piel.
Con el tiempo, cada vez más células madres se transforman hasta que los folículos del cabello se encogen y desaparecen.
Al contrario de las células madre de otras partes del cuerpo, las del cabello se regeneran de manera cíclica; una fase de crecimiento es seguida por una latente en la que dejan de producir cabello.
Colágeno 17A1
Lo que descubrió Emi Nishimura junto a su equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tokio fue que el ADN dañado por la edad desencadena la destrucción de la proteína colágeno 17A1; lo que a su vez produce su transformación en queratinocitos, las células predominantes en la piel.
Para llegar a estos resultados, publicados en la revista Science, los científicos primero estudiaron el comportamiento de cabello en ratones y después en humanos de edades comprendidas entre los 22 y los 70 años.
Descubrieron que los folículos en las personas mayores de 55 años eran más pequeños y con menos colágeno 17A1.
“Asumimos que estos procesos y mecanismos explican la pérdida de cabello en humanos por envejecimiento”, explicó Nishimura.
La experta agrega que el colágeno 17A1 puede ser usado para desarrollar tratamientos contra la pérdida de cabello, aunque aclaró que la transformación de las células madre puede ser solo uno de los factores por los que la gente se queda calva.
El biólogo Maksim Plikus, de la Universidad de California, y quien no participó en el estudio, le dijo a la revista Science que los resultados del trabajo son “interesantes”, pues muestra cómo estas células dañadas “cambian su destino” en vez de destruirse.
(bbc.com/mundo)