Progreso, Yucatán.- Lo que antes era un extenso tiradero al aire libre con áreas desertificadas y malos olores sobre la carretera Progreso-Uaymitún, poco a poco va recobrando vegetación para convertirse nuevamente en un hábitat ideal para flora y fauna, lo que mejorará la condición del ecosistema.

El Gobernador Rolando Zapata Bello realizó una visita de supervisión a la zona de mangle de este punto del puerto, en donde se desarrolla el programa de Conservación y Rehabilitación de los Humedales de la Costa Norte de Yucatán.

Acompañado del delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Jorge Carlos Berlín Montero, y del director de la Cuenca Península de Yucatán (OCPY) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Roberto Pinzón Álvarez, el mandatario destacó los beneficios ambientales que traen los manglares y la importancia de concientizar a la población sobre sus funciones.

Durante el recorrido, el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), Eduardo Batllori Sampedro, explicó que la expansión de las áreas utilizadas por el hombre provocó una pérdida de conexión entre aguas, lo que ocasionó que algunas zonas de esta vegetación se secaran poco a poco.

“Abriendo canales de agua pura, restaurando manantiales y dando mantenimiento a todo el sector, vamos a lograr recuperar el mangle, que es el hábitat de una gran diversidad de peces, aves y reptiles. Además estos ecosistemas funcionan como un regulador térmico importante y depurador de agua”, puntualizó en presencia de la delegada de la Comisión Nacional Forestal  (Conafor), Lucía Canto Lara.

En los trabajos que se realizan en una extensión de 30 hectáreas de mangle de las variedades blanco y rojo, se ejerce tan solo este año una inversión de 1.4 millones de pesos y se cuenta con el esfuerzo coordinado de dependencias estatales y federales, así como de  investigadores.

Asimismo, se está dando mantenimiento a más de 300 hectáreas que abarcan puntos como El Corchito, la entrada a Progreso y el lado oriente del puerto, así como partes de Chelem, El Palmar y San Benito en Ixil, lo que equivale a un 70 por ciento de labores de rehabilitación en el área costera.

En el lugar, la investigadora Delfina Castillo Tzab expuso que sembrar plantas vivíparas características de ese tipo de agua contribuye a la filtración y a la formación de materia orgánica que muchas veces la gente confunde con contaminantes, “pero el hedor es indicador de nutrientes, mientras más huela, más natural y conservado está el terreno”.

La reforestación del área tendrá grandes beneficios, entre ellos la mejora de las condiciones hidrológicas, el control de gases dañinos, así como la filtración de agua y la absorción de contaminantes, lo que contribuye a mitigar los efectos del cambio climático, precisó.

Castillo Tzab agregó que en las tareas de recuperación además de las dependencias de Gobierno e investigadores, también se han involucrado integrantes de la comunidad, a través del Programa Empleo Temporal, lo que ha permitido un mayor avance y ha significado para ellos llevar más ingresos a sus familias.

(Comunicado)