Mérida, Yucatán.- La apicultura en México parece haber sorteado, al menos por el momento, la amenaza que implica el “colapso de la colmena”, un síndrome que hasta finales de 2015 era motivo de estudios en el país.

Esto planteó el presidente de la Asociación Nacional de Médicos Veterinarios Especialistas en Abejas (ANMVEA) A.C., Ricardo Vázquez Castillo, en el contexto del 23 Congreso Internacional de Actualización Apícola 2016 que se celebra en Mérida.

“De hecho aquí en México no se ha reportado esa cantidad de pérdidas de colmenas como se ha manejado ahí en Estados Unidos, aunque sí hemos tenido algunos problemas locales, sobre todo por el uso de algunos plaguicidas”, explicó.

Especialistas del Laboratorio de Bacteriología del Centro Nacional para la Investigación Disciplinaria en Microbiología Animal (Cenid) recolectaban en 2015 muestras de los siete virus que involucra el “colapso de la colmena”.

En esa labor dicha instancia contaban con el apoyo de los apicultores de Campeche, Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Querétaro y Yucatán.

En cuanto, al impacto de los plaguicidas para los cultivos, el directivo explicó que sí provoca afectaciones, aunque todavía no son casos abundantes.

“Es un riesgo, porque cada día hay más plagas de los cultivos agrícolas y también los mismos agricultores, pues en afán de salvar sus cosechas, aplican estos productos sin pensar muchas veces en las consecuencias para las abejas”, agregó.

Sin embargo, en México la población de colmenas se ha mantenido estable en los últimos años, con una tendencia hacia el alza.

De acuerdo con censos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) suman alrededor de 2 millones de colmenas en el país y unos 43 mil productores.

“De hecho, en años anteriores venía creciendo la apicultura tanto en producción como en comercialización.

“Se producen en México alrededor de 58 mil toneladas al exterior”, precisó el entrevistado.

En cuanto las repercusiones del clima y la sequía en particular, Vázquez Castillo informó que tienen consecuencias negativas.

“En este año sí sabemos que, por los reportes que nos llegan ahí de Conagua y algunas otras instancias, que la precipitación pluvial fue más baja y por la tanto, en algunas zonas sí ha bajado la producción.

“Nos comentan, por ejemplo, que aquí en Yucatán la producción con relación al año pasado, es más o menos del 75 por ciento (25 por ciento menos)”.

En 2015, los niveles de producción estuvieron cerca de marcas anteriores.

Respecto a las medidas que entrarán en vigor a finales de 2017, con restricciones a la exportación a quienes no cumplan buenas prácticas sanitarias, consideró que los mexicanos vienen trabajando ya desde hace mucho tiempo en el tema.

“¿Y esto qué implica? Precisamente todo un manejo de tipo sanitario y que evite la contaminación de miel con polvo, objetos extraños, plaguicidas, por ejemplo”, refirió.