La amenaza fue creciendo a partir de mayo, y ayer se confirmó: los británicos ya no quieren ser parte de la Unión Europea (EU).
El 51.76 por ciento de ingleses, escoceses, galeses y norirlandeses votaron a favor del Brexit, frente a 48.24 que eligieron quedarse.
Con ese resultado en el referendo de ayer, el futuro del Reino Unido, la existencia de la UE y el resto del mundo, quedan en vilo.
Por lo pronto, el Primer Ministro David Cameron presentó su renuncia, mientras la UE deberá lidiar con una posible estampida de otros miembros.
“Este es un triunfo para la gente real, una victoria para la gente ordinaria y lograda sin haber peleado, sin que se haya disparado una sola bala”, festejó Nigel Farage, líder de UKIP, partido con tintes antimigrantes y contrario a la UE que apuntaló el voto por el Brexit.
Sus declaraciones parecen haber obviado que un partidario de dejar la UE asesinó a la parlamentaria laborista Jo Cox hace dos semanas.
La votación significa un largo proceso para la negociación de la salida del bloque continental, para el cual el Reino Unido es uno de los mayores contribuyentes al presupuesto y a seguridad, resume el portal del periódico Reforma.
“Tendrán que negociar cuál va a ser la relación de ahora en adelante. No se trata solo de decir ‘me salgo y ya’, sino de ver cómo va a quedar todo. Es un poco como un divorcio”, señaló Lorena Ruano, internacionalista del CIDE.
Las autoridades en Londres y Bruselas abrirían el diálogo en cuanto el Gobierno británico invoque el artículo 50 del Tratado de Maastricht, que delinea el proceso para una salida.
Tendrían dos años para determinar cómo serían los lazos: si habrá un nuevo pacto para las relaciones comerciales, un nuevo estatus para la cooperación en política exterior, en materia militar, financiera y más.
Eso, sin mencionar el efecto que el resultado probablemente tendrá dentro del Reino Unido y para toda la Unión Europea mientras el diálogo se lleva adelante.
“No hay que olvidar que hay otros 27 países, cada uno con sus intereses, y si ahora deciden empezar a negociar igual, se regresa a una batalla campal anárquica”, aseveró el politólogo Mark Aspinwall, experto en el proyecto de integración europea.
(Información completa: www.reforma.com) Fotografía tomada de internet