Parece que la eliminación de Bélgica en la Euro 2016 no cayó nada bien, pues al parecer Thibaut Courtois, guardameta de dicha selección le reclamó a su DT por los cambios.

¡Algunos no se dan cuenta de la oportunidad que hemos dejado pasar!”. Clamaba Thibaut Courtois tras la ducha mientras trataba de digerir, sin conseguirlo la derrota ante Gales en los cuartos de final de la Eurocopa. “Perdí una final de la Liga de Campeones con el Atlético, pero esto es mucho más duro”, explicó el meta del Chelsea. Durante el torneo había alzado en ocasiones la voz para alertar sobre la tibieza del grupo, también sobre algunas soluciones tácticas aportadas por el entrenador Marc Wilmots. Así lo hizo tras la derrota inicial ante Italia. Entonces se intentaron tapar las discrepancias, el equipo pareció remontar y se abonó una cierta calma. Hasta que llegó otro fiasco, los mismos errores, según Courtois. “Ya tuvimos problemas contra el 3-5-2 de Italia. Gales nos planteó el mismo sistema y volvimos a equivocarnos con los mismos problemas tácticos. Di mi opinión a quien debía darla, pero no se escuchó”.

Courtois apunta a Wilmots, que fue de mal en peor en la toma de decisiones durante el partido. Mediada la primera parte su equipo ganaba y tres defensas galeses cargaban con una tarjeta amarilla. “Y nos fuimos muy atrás, les dejamos tomar el control y ganar espacios”, lamenta Courtois. “Entiendo lo que quiere decir Thibaut porque es la segunda vez que tenemos problemas contra un sistema así”, apuntó Kevin de Bruyne. “Dominamos los primeros 25 minutos y de pronto nos fuimos atrás, no dejaba de gritar a los chicos que saliesen, pero hubo problemas de comunicación. No soy un mago, pero sí el responsable. Teníamos importantes bajas atrás y nuestros defensas eran muy jóvenes, apenas tienen una media de edad de 23 años”, se justificó Wilmots por la decisión de agrupar al equipo. En esa línea tomó en el descanso una decisión que se reveló nefasta: retiró del campo aun extremo, Carrasco, por un centrocampista interior, Fellaini. “Es complicado trabajar ciertos automatismos”, se excusó el entrenador. Lo cierto es que mediada la segunda parte, De Bruyne, que debía caer hacia la derecha tras el cambio, transitó hacia dentro con el balón y buscó una combinación al espacio en ese flanco diestro. No encontró a nadie, Carrasco estaba en el banquillo, él en el medio y el lateral Meunier no llegaba a esos terrenos.

Incluso se llegó a mencionar que fue tan fuerte la discusión, que en los vestidores llegaron a los golpes; todo esto con información de diversos periodistas belgas.

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