Mérida, Yucatán.- El Barrio de Santa Ana de Mérida es uno de los de mayor abolengo de Mérida, cuna de artistas y residentes de renombre, resguarda historia trascendente para la vida de Yucatán y del país, pero también anécdotas y testimonios que forman parte del patrimonio cultural.
Con la idea de rescatar el anecdotario, los mitos y las creencias de sus pobladores, residentes, vecinos y admiradores del barrio que forman parte del taller “Yo recuerdo… el Paseo de Montejo, Palacio Cantón y Barrio de Santa Ana”, coordinado por la profesora Celia Pedrero, expusieron remembranzas y anécdotas de la zona.
Ariel Avilés Marín, conocido promotor cultural, cronista y vecino del barrio, fue contundente: “ el fundador en 1726 del barrio, el gobernador y capitán general de Yucatán, Antonio de Figueroa y Silva, defendió la ciudad de los filibusteros ingleses y no se ha hecho memoria o se ha hablado de manera importante de estos hechos”
En la charla desarrollada en el Palacio Cantón, mencionó que Figueroa y Silva ordenó a mediados del siglo XVIII construir una calle derecha, desde el palacio episcopal, contiguo a la catedral de San Ildefonso, hacia el norte, que entonces llegaba al barrio de Santa Lucía. El proyecto incorporó dos arcos de cantería en el trayecto, de tal manera que el barrio de Santa Ana, quedó integrado a partir de entonces al centro, indicó.
Otra de las asistentes, Sandra López de la Portilla, mencionó que su padre era un carpintero al que la gente le llamaba el maestro Palomino que tenía su local en la esquina de calle 47 por 52 hasta donde llegaba el pavimento. Para ir a Itzimná en los años cuarenta, había que utilizar un camino de terracería.
Comenta que su padre le contó que un camión se atrevía transitar por el empedrado de la calle 52 los días 14 de cada mes en ocasión de nuestra Señora del Perpetuo Socorro que se venera aún en el templo de Itzimná.
La coordinadora del taller Celia Pedrero mencionó que el Barrio de Santa Ana adquirió notoriedad con el tiempo, no sólo por los edificios y calles, sino por las personalidades que ahí nacieron o vivieron como los compositores y trovadores Luis Demetrio, Juan Acereto y Pastor Cervera, además de Rusell Montañez, actual vecino de la zona.
Expuso su propósito de de volver a instalar el taller e invitar a vecinos a escribir y exponer sus testimonios y anécdotas para reunirlos y editar un libro en un futuro cercano con apoyo de las autoridades culturales.
(Jesús Mejía)