Mérida, Yucatán.- Representantes de la asociación Cunicultores Unidos de Yucatán llamaron a la población a evitar los prejuicios y degustar la carne de conejo como una opción nutritiva, además participar en la producción y crianza de distintas especies como una alternativa de ingreso y de combate a la pobreza. 

Juan Manzanero, criador de Juan José Tzal y uno de los integrantes de la organización que abarca a 20 asociaciones de productores de conejo, planteó que el consumo de este animal es creciente en el estado, ya que de manera paulatina forma parte del menú de restaurantes, haciendas y hoteles.

Mencionó que aunque Yucatán no es productor importante de conejo en sus distintas especies, el estado si cuenta con las razas reconocidas para el consumo de su carne tales como “Mariposa”, “Nueva Zelanda”, “Chinchilla”, “California”, “Rex”, “Satinado” y Arlequín.

La crianza de este animal constituye una opción para comercializarse como mascota, sobre todo las especies “Holland lop”, “Cabeza de león”, “Mini lop”, Nelier y “Enano holandés”, precisó.

Reiteró que para las familias de escasos recursos la actividad constituye una alternativa productiva y económica, ya que es posible obtener ingresos si se toma en cuenta que en tres meses de crianza, los conejos alcanza una edad óptima para su consumo.

Manzanero explicó que del conejo es posible obtener, además de su carne para elaboración de diversos platillos, la piel para la confección de prendas de vestir o fabricación de artesanías, e incluso sus desechos son fuente de abono o fertilizante para diversos cultivos.

Reconoció que esta época de calor afecta en gran medida la producción de conejo, ya que limita el apareamiento, los machos se muestran reacios, por lo cual es un periodo difícil para los criadores yucatecos.

Omar Sosa, de la granja Baxaltuul, ubicada en la Cortés Sarmiento,  resaltó las cualidades nutritivas de la carne de conejo: es magra con bajo contenido de grasa, colesterol, ácido úrico y sodio; de alto valor nutritivo, ya que es rica en vitamina B 12, B3 y B6, abundante en proteínas, fósforo, hierro y potasio.

De acuerdo con la asociación, la carne de conejo es benéfica para niños en edad de crecimiento y en bebés como primera fuente de proteína animal por su alto valor proteico, además de que se recomienda a infantes y adultos mayores por su fácil digestión.

“Teniendo en cuenta que la canal de un conejo pesa entre 1.3 y 1.5 kilogramos, la cuarta parte, descontando huesos, significa entre cien y 110 gramos de carne magra que proporciona unos 25 ó 30 gramos de proteína, el 50 por ciento de los requerimientos diarios en cualquier circunstancias (adulto, crecimiento, embarazo, lactancia) y el 60 por ciento de lo necesario por encima de los 65 años”, recomendó la unión.

(Jesús Mejía)